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"Relaciones topográficas de los pueblos de España" Juan Ortega Rubio, Sociedad Española de Artes Gráficas – Madrid 1918

Resumen de las interesantes Relaciones Topográficas de los pueblos de España, hechas por orden de Felipe II, cuyos originales se conservan en la Real Biblioteca de San Lorenzo del Escorial. Son 7 tomos. De los 6 tomos primeros hay una copia de los mismos en la Real Academia de la Historia.

Pasando a otro asunto, procede preguntar: ¿A quién se debe la idea de escribir los hechos de los diferentes pueblos de España para formar luego con ellos una Historia general?

 Pensó la realización de tamaña empresa D. Fernando Colón, hijo natural del Almirante, en los cuatro volúmenes inéditos que se conservan en la Biblioteca Colombina de Sevilla, intitulados Descripción y Cosmografía de España A la muerte de D. Fernando, pasó su librería a la Catedral de Sevilla, donde pudieron ser utilizados dichos documentos por Florián de Ocampo para su Crónica y por Pedro de Medina para sus Grandezas de España; pero el que redujo asunto tan interesante a un Interrogatorio o preguntas fue el doctor Juan Páez de Castro, cronista de Carlos V y de Felipe II.

Consérvase el Interrogatorio en la Real Biblioteca del Escorial.

El Rey, en 1574 remitió un interrogatorio que constaba de 24 preguntas a los obispos para que los párrocos hiciesen las Relaciones. Dicho cuestionario se imprimió.

Poco satisfecho del resultado, el citado monarca en el Pardo, el 27-10-1575 despachó una cédula a los gobernadores y corregidores de los pueblos, acompañado de un tercer interrogatorio impreso de 59 preguntas.

Las preguntas que se dieron a dichas preguntas y que fueron fechadas hasta julio de 1578 tampoco agradaron a Felipe II, por cuanto el 7 de agosto de 1578, estando en San Lorenzo del Escorial, volvió con el cuarto interrogatorio de 45 capítulos y una Instrucción y Memoria de las materias que debían tratar las Relaciones.

En el reinado de Felipe II hubo tres interrogatorios distintos:

 

1º.-  En el año 1574 con 24 preguntas o capítulos.

2º.-  En el año 1575 con 57 capítulos, que en algunos ejemplos aparecen 59. Efectivamente, en la Relación de 1575 realizada por Villena figuran 57 preguntas de número y a continuación figuran dos preguntas manuscritas. Firman: Francisco Rodríguez Navarro, Hernando de Medina, Antón de Alpañés, Bartolomé Rodríguez Navarro y Francisco Martínez de Olivencia. Como escribano del ayuntamiento, Francisco de Medina.

3º.-  En el año 1578 con 45 preguntas, que puede considerarse como definitiva. Su contestación figura en las páginas 684 y 685 del citado libro. Si bien, como se puede comprobar, contestaron a las mismas preguntas de la Relación de 1575, pero no a todas y como puede comprobarse, comparando unas y otras respuestas, en 1578 son mucho más escuetas y no responden a todas.

 

El prologuista se hace la siguiente pregunta: ¿por qué se hallan con alguna frecuencia dos Relaciones de un mismo pueblo? Debió ser y –no encuentro otra explicación- que creyéndose perdida la primera, se mandó hacer la segunda, resultado –como era natural- algo distinta de aquella, pues fueron hechas en diferentes años y por distintos vecinos del pueblo.

En un legajo del Archivo de Simancas (Estado nº 157) se lee: “Los gobernadores y corregidores que han enviado Relaciones de los pueblos de su jurisdicción, en cumplimiento de la Cédula de Su Majestad que se despachó a 27-10-1575, son los siguientes: Toledo, Marquesado de Villena, Ocaña, etc.…” Añade que se debe escribir a los que han mandado sus Relaciones, diciéndoles como se han recibido y a los que no han contestado, procede decirles, en nombre del Rey, que deben remitirlas con la mayor urgencia.

Comprobando las respuestas con las redactadas en 1575, observamos que se trata de una segunda contestación, que no figura fechada, pero que entendemos que debe ser la que se realizó en 1578.

                                                           Villena

Ante Federico de Medina declararon Francisco Martínez de Olivencia y otros (No aparece en el original de la relación).

I y II.

Dijeron que antiguamente se llamaba Bililla y era ciudad antigua, según indican las ruinas de edificios en las cercanías. Durante la conquista de Valencia por Jaime I, Villena fue tomada y perdida por los cristianos, hasta que el Conquistador la  recuperó (1275), para no volverla a perder.

III, IV, V y VI.

Carlos V le hizo merced del título de ciudad el 6 de noviembre de 1575, se halla en el reino de Murcia y es cabeza del marquesado llamado de Villena, situada a media legua del reino de Valencia. Destácanse las armas de Castilla en la puerta principal de la plaza pública, en la iglesia de Santiago y en otros edificios; encima de otra puerta de la plaza se ven las armas de Aragón. Las de la ciudad consisten en un escudo con un león a la parte derecha y a la izquierda un ala con una espada, y en medio un castillo sobre una peña y debajo de ellas tres pinos. Dichas armas eran de D. Juan Manuel y se pusieron en su tiempo en obras y edificios.

VII y VIII.

La población, que fue de D. Diego Pacheco, marqués de Villena, volvió a la Corona Real por dos razones: la primera, porque así lo querían los vecinos de ella, y la segunda, porque tal era la voluntad de los Reyes Católicos. Protector el marqués de los confesos y judíos, los cristianos viejos se alzaron en armas (1475) y pasaron a cuchillo a hombres, mujeres y niños, pudiendo algunos escapar y encerrarse en el castillo. D. Fernando y D. ª  Isabel otorgaron a dichos cristianos carta de perdón general, dada en Segovia el 20 de agosto de 1476, confirmándoles todos los privilegios de que habían gozado. Entre ellos se declara que ningún cortesano, ni persona alguna de su casta, ni del linaje de Pacheco, pueda vivir de asiento ni de morada en Villena. De Villena se hacen en Murcia los repartimientos de servicios reales.

IX.

A la Chancillería de Granada, distante 56 leguas, van los pleitos en apelación.

X y XI.

La gobernación reside en el marquesado que todavía se llama de Villena, aunque es de S. M., hallándose en el obispado de Cartagena, y a Murcia, donde está la catedral, hay 14 leguas.

XVII y XVIII.

Tierra llana y montuosa, de lagunas y saladares, con alguna leña de pinos donceles, carrascos, romeros, etc.; la caza de conejos es poca.                   

XXVI.

Cógese trigo en corta cantidad; tampoco se cría mucho ganado.

XXVIII.

No dejan de tener importancia las salinas que hay en el término.

XXXII Y XXXIII. 

Está la ciudad fundada a las faldas de un castillo y parte de ella sobre una peña; hay casas también en el llano. Cercada de una muralla de tapiería de tierra, con almenas y torres, necesitan repararse. Además de la fortaleza desde la cual comienza la cerca, se halla otra a la distancia de un tiro de arcabuz que se intitula de Salvatierra.

XXXV.

Las casas están edificadas de tapiería de tierra, yeso y piedras.

XXXVII, XXXVIII, XXXIX y XL.

Sufrió mucho Villena durante las guerras del reino de Valencia con el de Castilla, y luego en las revueltas de las Germanías. Lo mismo en la religión que en las letras y en la milicia se distinguieron muchos hijos ilustres, tiene unos 700 vecinos, y entre ellos varios hijosdalgo.

XLVI. 

Goza la ciudad de algunos privilegios.

XLVIII.

Son iglesias parroquiales Santa María y Santiago.

LI.

Las ermitas son: Nuestra Señora de las Virtudes, San Juan, San Benito, San Bernabé, San Sebastián, San Cristóbal y San Antón.

LIII Y LIV.

Hay un convento de monjas trinitarias y otro de frailes franciscanos descalzos. El hospital de la Concepción disfruta una renta de 100 ducados.

LVII.

Celebra mercado franco los jueves de cada semana.

Trabajo publicado en el libro Villena, pasaje a la historia: 1250-1954,  realizado por Joaquín Sánchez Huesca y en él figura la bibliografía correspondiente.

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