Resumen de las interesantes Relaciones Topográficas de los pueblos de España, hechas por orden de Felipe II, cuyos originales se conservan en la Real Biblioteca de San Lorenzo del Escorial. Son 7 tomos. De los 6 tomos primeros hay una copia de los mismos en la Real Academia de la Historia.
Pasando
a otro asunto, procede preguntar: ¿A quién se debe la idea de escribir los
hechos de los diferentes pueblos de España para formar luego con ellos una
Historia general?
Pensó la realización de tamaña empresa D.
Fernando Colón, hijo natural del Almirante, en los cuatro volúmenes inéditos
que se conservan en la Biblioteca Colombina de Sevilla, intitulados Descripción
y Cosmografía de España A la muerte de D. Fernando, pasó su librería a la
Catedral de Sevilla, donde pudieron ser utilizados dichos documentos por
Florián de Ocampo para su Crónica y por Pedro de Medina para sus Grandezas
de España; pero el que redujo asunto tan interesante a un Interrogatorio o
preguntas fue el doctor Juan Páez de Castro, cronista de Carlos V y de Felipe
II.
Consérvase
el Interrogatorio en la Real Biblioteca del Escorial.
El Rey, en 1574 remitió un
interrogatorio que constaba de 24 preguntas a los obispos para que los párrocos
hiciesen las Relaciones. Dicho cuestionario se imprimió.
Poco satisfecho del resultado, el citado
monarca en el Pardo, el 27-10-1575 despachó una cédula a los gobernadores y
corregidores de los pueblos, acompañado de un tercer interrogatorio impreso de
59 preguntas.
Las preguntas que se dieron a dichas
preguntas y que fueron fechadas hasta julio de 1578 tampoco agradaron a Felipe
II, por cuanto el 7 de agosto de 1578, estando en San Lorenzo del Escorial,
volvió con el cuarto interrogatorio de 45 capítulos y una Instrucción y Memoria
de las materias que debían tratar las Relaciones.
En el reinado de Felipe II hubo tres interrogatorios
distintos:
1º.- En el año 1574 con 24 preguntas o capítulos.
2º.- En el año 1575 con 57 capítulos, que en
algunos ejemplos aparecen 59. Efectivamente, en la Relación de 1575 realizada
por Villena figuran 57 preguntas de número y a continuación figuran dos
preguntas manuscritas. Firman: Francisco Rodríguez Navarro, Hernando de Medina,
Antón de Alpañés, Bartolomé Rodríguez Navarro y Francisco Martínez de
Olivencia. Como escribano del ayuntamiento, Francisco de Medina.
3º.- En el año 1578 con 45 preguntas, que puede
considerarse como definitiva. Su contestación figura en las páginas 684 y 685
del citado libro. Si bien, como se puede comprobar, contestaron a las mismas
preguntas de la Relación de 1575, pero no a todas y como puede comprobarse,
comparando unas y otras respuestas, en 1578 son mucho más escuetas y no
responden a todas.
El prologuista se hace la siguiente
pregunta: ¿por qué se hallan con alguna frecuencia dos Relaciones de un mismo
pueblo? Debió ser y –no encuentro otra explicación- que creyéndose perdida la
primera, se mandó hacer la segunda, resultado –como era natural- algo distinta
de aquella, pues fueron hechas en diferentes años y por distintos vecinos del
pueblo.
En un legajo del Archivo de Simancas
(Estado nº 157) se lee: “Los gobernadores y corregidores que han enviado Relaciones de los pueblos de su
jurisdicción, en cumplimiento de la Cédula de Su Majestad que se despachó a
27-10-1575, son los siguientes: Toledo, Marquesado de Villena, Ocaña, etc.…”
Añade que se debe escribir a los que han mandado sus Relaciones, diciéndoles como se han recibido y a los que no han
contestado, procede decirles, en nombre del Rey, que deben remitirlas con la
mayor urgencia.
Comprobando las respuestas con las redactadas
en 1575, observamos que se trata de una segunda contestación, que no figura
fechada, pero que entendemos que debe ser la que se realizó en 1578.
Ante
Federico de Medina declararon Francisco Martínez de Olivencia y otros (No
aparece en el original de la relación).
I y II.
Dijeron
que antiguamente se llamaba Bililla y era ciudad antigua, según indican
las ruinas de edificios en las cercanías. Durante la conquista de Valencia por
Jaime I, Villena fue tomada y perdida por los cristianos, hasta que el Conquistador
la recuperó (1275), para no volverla
a perder.
III, IV, V y VI.
Carlos
V le hizo merced del título de ciudad el 6 de noviembre de 1575, se halla en el
reino de Murcia y es cabeza del marquesado llamado de Villena, situada a media
legua del reino de Valencia. Destácanse las armas de Castilla en la puerta
principal de la plaza pública, en la iglesia de Santiago y en otros edificios;
encima de otra puerta de la plaza se ven las armas de Aragón. Las de la ciudad
consisten en un escudo con un león a la parte derecha y a la izquierda un ala
con una espada, y en medio un castillo sobre una peña y debajo de ellas tres
pinos. Dichas armas eran de D. Juan Manuel y se pusieron en su tiempo en obras
y edificios.
VII y VIII.
La
población, que fue de D. Diego Pacheco, marqués de Villena, volvió a la Corona
Real por dos razones: la primera, porque así lo querían los vecinos de ella, y
la segunda, porque tal era la voluntad de los Reyes Católicos. Protector el
marqués de los confesos y judíos, los cristianos viejos se alzaron en armas
(1475) y pasaron a cuchillo a hombres, mujeres y niños, pudiendo algunos
escapar y encerrarse en el castillo. D. Fernando y D. ª Isabel otorgaron a dichos cristianos carta de
perdón general, dada en Segovia el 20 de agosto de 1476, confirmándoles todos
los privilegios de que habían gozado. Entre ellos se declara que ningún
cortesano, ni persona alguna de su casta, ni del linaje de Pacheco, pueda vivir
de asiento ni de morada en Villena. De Villena se hacen en Murcia los
repartimientos de servicios reales.
IX.
A
la Chancillería de Granada, distante 56 leguas, van los pleitos en apelación.
X y XI.
La
gobernación reside en el marquesado que todavía se llama de Villena, aunque es
de S. M., hallándose en el obispado de Cartagena, y a Murcia, donde está la
catedral, hay 14 leguas.
XVII y XVIII.
Tierra
llana y montuosa, de lagunas y saladares, con alguna leña de pinos donceles,
carrascos, romeros, etc.; la caza de conejos es poca.
XXVI.
Cógese
trigo en corta cantidad; tampoco se cría mucho ganado.
XXVIII.
No
dejan de tener importancia las salinas que hay en el término.
XXXII Y
XXXIII.
Está
la ciudad fundada a las faldas de un castillo y parte de ella sobre una peña;
hay casas también en el llano. Cercada de una muralla de tapiería de tierra,
con almenas y torres, necesitan repararse. Además de la fortaleza desde la cual
comienza la cerca, se halla otra a la distancia de un tiro de arcabuz que se
intitula de Salvatierra.
XXXV.
Las
casas están edificadas de tapiería de tierra, yeso y piedras.
XXXVII, XXXVIII,
XXXIX y XL.
Sufrió
mucho Villena durante las guerras del reino de Valencia con el de Castilla, y
luego en las revueltas de las Germanías. Lo mismo en la religión que en las
letras y en la milicia se distinguieron muchos hijos ilustres, tiene unos 700
vecinos, y entre ellos varios hijosdalgo.
XLVI.
Goza
la ciudad de algunos privilegios.
XLVIII.
Son
iglesias parroquiales Santa María y Santiago.
LI.
Las
ermitas son: Nuestra Señora de las Virtudes, San Juan, San Benito, San Bernabé,
San Sebastián, San Cristóbal y San Antón.
LIII Y LIV.
Hay
un convento de monjas trinitarias y otro de frailes franciscanos descalzos. El
hospital de la Concepción disfruta una renta de 100 ducados.
LVII.
Celebra mercado franco los jueves de
cada semana.
Trabajo publicado en el libro Villena, pasaje a la historia: 1250-1954, realizado por Joaquín Sánchez Huesca y en él figura la bibliografía correspondiente.
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