Resumen del libro, transcribiendo los datos que hemos considerado de interés, dada la vinculación que desde siempre ha tenido con Villena.
Caudete
fue preco-romano y perteneció al reino de los Tartessos. Lo indica Gaspar Escolano
en el libro IX, página 1.285 de su historia. Hallazgo en 1608 de una cavidad
con armas y algunas joyas de oro.
En un plano que está en la p. 11 figuran
las ramblas Honda, San Antón y el Angosto. Las tres desembocan en el término de
Villena.
En la p. 23 figura un plano con el
recorrido del rio Vinalopó desde la Sierra Oliva.
En la dominación visigoda los alanos se
asentaron en la cartaginense, a donde pertenecía el territorio de Capdetum (año
409). Luego vinieron los vándalos y después los suevos.
Por el año 414 los visigodos vencieron a
los suevos del sureste y Capdetum pasó a formar parte del reino visigodo hasta
el año 779 con dos etapas, la arriana hasta Leovigildo y la católica hasta la
invasión árabe.
En Caudete hubo un convento benedictino
(años 521), contrastado por dos autores.
En la dominación musulmana, entre los
años 713 y 1240 tomó el nombre de Capdete.
En 714 se escondieron bajo tierra las
imágenes de la Virgen de Gracia y San Blas y no volverían a aparecer hasta
1414. Se ocultó en el monasterio benedictino.
Entre 1240 y 1305 tuvieron lugar los
acontecimientos más trascendentales en la historia de la villa, la cual era
fronteriza entre los reinos de Valencia y Murcia, así como entre las coronas de
Aragón y Castilla. A partir de 1305 Caudete fue teniendo un indiscutible sello
aragonés.
En 1240 el castillo de los Capdetes,
ocupado por musulmanes, cedió ante el empuje aragonés, dirigido por el
comendador de Alcañiz y sus almogávares.
Caudete fue una joya preciada de la
corona de Aragón y esto duró más de 450 años.
Caudetanos
= Nobleza baturra y firmeza catalana
En la p. 53 nos encontramos con el texto
del Tratado de Alzmirra, firmado el 26 de marzo de 1244, por el que Villena,
Sax, Bugarra y Capdetes pasaron a formar parte del reino de Murcia hasta el 8
de agosto de 1304 y después volvió a
Aragón.
En la p. 56 se indica que Villena se dio
en dote a la infanta doña Constanza, hija de don Jaime, cuando se casó con don
Juan Manuel.
La propiedad de la villa de Villena, su
término y señoríos pertenecían de antiguo al infante de Castilla, sin bien la
jurisdicción quedó reservada al reino de Aragón.
Como el infante no era vasallo de don
Jaime, sino de Castilla, sus herederos recibieron la propiedad y la
jurisdicción como legado del infante y de la infanta, y así pasó Villena a
Castilla, por costumbre o por negligencia y no por derecho.
Curioso es que Caudete siguiera siendo
de Aragón y no pudiera con él la avaricia de Pacheco. Ahora bien, Caudete no
pudo evitar el que se les quitara los Alhorines, dejándola reducida a una isla
de la Corona de Aragón.
Es significativo destacar que Caudete
fue una de las 29 villas del reino de Valencia.
Caudete compró Bogarra (fundada 300
a.C.) y su término a Villena en 1355 y desde entonces la jurisdicción caudetana
lindó con Biar y Onteniente, además de hacerlo con Fuente la Higuera, las tres
del reino de Valencia.
En 1427 el rey Alfonso V el Magnánimo
concedió a Caudete el privilegio llamado Demanio,
por el que unió la villa a la corona
de Aragón.
Desde su conquista, Caudete perteneció
al obispado de Cartagena, pero cuando se eligió sede episcopal en Orihuela
(1565), pasó a depender de ella.
Santa Bárbara se erigió a 1.150 metros
de altitud, para que sirviera de pararrayos y deshiciese las cumbres malignas.
Para pasar de Almansa a Villena y
viceversa, había que pagar un importante peaje, de aquí que, en tiempos de Juan
Pacheco, los Alhorines se ocuparon por la fuerza. Este hecho fue denunciado por
Caudete a los tribunales de justicia en 1482, dando comienzo un pleito, de un
Gibraltar caudetano de 50 a 60 Km cuadrados.
Escolano habla en 1696 de una casa
pendiente, que dura más de 210 años, entre Capdet, villa de Valencia y la
ciudad de Villena, del reino de Castilla. Se recuerdan los documentos que a su
favor presentó Caudete en 1482.
En 1622 se ratificó la propiedad de los
Alhorines a Villena y con motivo de la guerra de Sucesión se echó tierra al
asunto de los Alhorines.
En la p. 97 se cita una propuesta
interesante: dividir el terreno en dos partes, una para Caudete, a través del
margen izquierdo de la carretera que va a Fuente la Higuera y el resto para
Villena.
En las pp. 101-102 figura como perdió
Caudete su independencia municipal por las denuncias que presentó Villena, a
raíz de la guerra de Sucesión. Se redujo de villa a aldea y el 11-8-1707 pasó a
depender de la jurisdicción de Villena. Dicho cautiverio duró 30 años. El
26-9-1737 se le reintegró los honores de villa, separándola de la jurisdicción
de Villena.
Su época murciana estuvo entre 1738 y
1833, año en que pasó a depender de Albacete.
El archivo quedó destruido en el siglo
XVIII, faltando documentos relativos a privilegios y títulos concedidos por los
soberanos aragoneses y los de la casa de Austria, por lo que empezaron a
solicitar copias de los mismos.
Cuando mandó Villena sobre Caudete, les
mandó que fomentaran la devoción por Abdón y Senén. Caudete no quiso saber nada
de ellos.
Las obras del santuario de la virgen de
Gracia se iniciaron en septiembre de 1741, contando con la ayuda altruista en
1755 del sacerdote Cristóbal Antonio Marín. La citada casa se consagró en
septiembre de 1758.
Caudete siempre se sintió más valenciana
que murciana. Seguía usando las medidas valencianas, así como sus costumbres.
(Valencia): barchilla, cántaro, medio
cántaro, quartillo.
(Murcia): arroba, fanega, celemín,
quarta, vara, libra de 10 y 6 onzas.
Según el R.D. de 30-11-1833 España quedó
dividida en 49 provincias y Caudete pasó a Albacete. Lo normal hubiera sido que
pasara a Alicante.
En la p. 132 se mencionan las guerras
carlistas y citamos los tres periodos:
§
De
1833 a 1839 : Abrazo de Vergara
§
De
1847 a 1849
§
De
1872 a 1876
Todo comenzó porque el infante Carlos,
tío de Isabel II se negó a reconocerla como reina.
Los carlistas defendían la idea del
monarca absolutista y los privilegios de la iglesia. Eran amantes de la
tradición, mientras que los isabelinos o liberales pensaban que España debía
modernizarse. Caudete, pueblo de muchos sacerdotes, fue el pueblo más carlista
de la provincia de Albacete.
Sobre la desamortización de Mendizábal
en 1835, indicar que los Frailes Capuchinos (Convento de la Concepción) y los
Carmelitas (San José) fueron despedidos.
Antonio Belmar, de Alpera, compró los
capuchinos y regaló a Caudete la fuente de la plaza del Carmen.
La mayoría de edad de la reina Isabel II
se produjo en 1843. En 1868 se encontraría sola y sin prestigio. Los partidos
se multiplicaron y los bandos progresista y moderado se dividieron en pequeños
grupos.
En la p. 141 se indica la necesidad de
que Caudete debía pasar al parido judicial de Villena y así se trató el
15-12-1861 en una reunión en la que participaron todas las fuerzas vivas de la
población. Se nombró una comisión encargada de planificar y solicitar al
gobierno de S.M. el traslado a Alicante.
De la Revolución a la
Restauración (1868-1874)
La revolución de 1868 aumentó el
desconcierto. Nadia sabía qué hacer. Primero se ensayó un gobierno provisional,
después se instauró la monarquía de Amadeo I, tras ella la República y
finalmente se volvió al camino tradicional, restaurando en el trono a los
Borbones en la persona de Alfonso XII, hijo de Isabel II, quién fue proclamado
por el general Martínez Campos el 29-12-1874 y reinó hasta 1885.
En 1876 finalizaron las guerras
carlistas y don Carlos tuvo que salir de España. No obstante, el
tradicionalismo continuó existiendo, primero carlistas, luego jaimistas y así
fueron viviendo hasta que en 1936, los que quedaban, se pusieron a favor del
Movimiento Nacional.
En 1879 se construyeron las carreteras de Fuente la Higuera y a Yecla.
A finales del siglo XIX Caudete tenía
5.000 habitantes.
En 1888 se construyó el mercado de
abastos y el cuartel de la guardia civil se trasladó al final de la calle El
Molino.
En 1893 se acordó la instalación del
telégrafo.
El alumbrado público se instaló en 1895,
100 bombillas de 10 bujías, a cargo de la Sociedad eléctrica Caudetana.
En la p. 157 se cuenta la trayectoria
militar del cabo Olivares, que fue uno de los últimos de Filipinas.
En 1896 la cosecha de uva ascendió a
800.000 arrobas, que producían unas 400.000 de vino, equivalente a 64.000 hectolitros, cantidad que colocaba a
Caudete en el primer lugar absoluto y relativo de la provincia en el aspecto
vinícola, incrementándose dicha cantidad con más de 400.000 arrobas de uva que
compraron los bodegueros caudetanos a cosecheros de Montealegre y pueblos
circunvecinos, subiendo la elaboración de vino a más de 600.000 arrobas o
96.000 hectolitros.
De 1896 a 1900 había 36 bodegas de
nueva construcción, 7 fábricas de alcohol y 11 molinos de agua.
En 1898 se construyó el Círculo
Deportivo Caudetano.
La p. 162 trata de la construcción del
barrio de San Francisco con 60 casas y en 1910 la construcción de la plaza de
toros con tres pisos y 12.000 asientos, que se redujeron a 8.000 asientos.
Después se construyó el chalet de “El Paso” con una extensión de 365 tahúllas.
Todo lo realizado fue obra de don Francisco Albalat Navajas, conde de San
Carlos y como última gran obra, la iglesia, hoy parroquia de San Francisco,
cuya construcción es un ejemplo de modernismo ecléctico, de influencia
bizantina, mudéjar e italiana. Esta iglesia fue construida entre 1907 y 1908,
para que sirviera de panteón para el Conde de San Carlos y su primera esposa,
la francesa Hélène de Saint Aymour, Baronesa de Caix.
En 1908 se construyó el
asilo de San Juan Evangelista.
En la p. 164 encontramos varios datos curiosos que destacamos seguidamente:
§
Director
de la banda: Francisco Serrano Sánchez
§
Homenaje
a Luis Golf, que logró en 1736 la independencia de Villena.
§
Se
restableció la feria, desaparecida durante la cautividad de Villena.
Y a continuación unos datos del capítulo
“Caudete en la actualidad”, referidos a los años 50 (1955) del siglo XX.
§
Caudete
dista 107 km de Albacete.
§
Linda
con Almansa, Yecla y Villena.
§
Su
extensión superficial es de 143,21 km2 y 8.393 habitantes.
§
Villena
tiene 337,11 km2 y 20.110 habitantes.
Finalizamos este resumen con un apartado
dedicado a las aguas (pág. 199).
El sur del término es un paraje muy
humífero, por tener el suelo formado por arrastres de aguas y que antiguamente
iban a parar a la laguna de Villena y
posteriormente al Azarbe o Acequia del Rey, que se construyó para desaguar
dicha laguna y que desemboca en el rio Vinalopó.
La laguna de
Villena, junto con la de Salinas (unos kilómetros al sur) estaba originada por un
fenómeno de endorreísmo. Es decir, las aguas no encontraban salida y allí se
acumulaban. El ecosistema generado merced al estancamiento de las aguas permitió
el desarrollo de un biotopo de gran riqueza faunística, como resaltó el
infante Don Juan Manuel, señor de Villena, en su Libro de la Caza.
Sin embargo, la laguna no solo comportaba riquezas,
sino que también estaba en el origen de las fiebres tercianas (que reaparecían cada tres días), uno de los
principales motivos -junto con el interés otras ciudades, sobre todo Elche en
aumentar sus recursos hídricos- por los que se empezó a contemplar la
desecación.
El 23 de abril de 1803, Carlos IV ordenó a su arquitecto mayor, Juan de Villanueva, las obras de desecación. La principal obra fue la
que se llamó Acequia del Rey, que servía y sirve para evacuar las aguas de la
cuenca al río Vinalopó. Además,
tras la desecación quedaron al descubierto los diferentes manantiales, que se
pudieron separar entre salobres y dulces. Tras la obra, se amojonó un terreno
de 1704 Ha cultivables que se llamó Demarcación
de La Laguna.
La Acequia del Rey es una obra
hídrica construida en 1803 bajo supervisión de Juan
de Villanueva y
a las órdenes de Antonio de Abajo para desecar y desaguar la laguna de Villena. Tiene una longitud de 10 km y
desemboca en la margen derecha del río Vinalopó a 500 m. de la Colonia
de Santa Eulalia.
Está situada a unos 4,5 km al suroeste de Villena (Alicante).
El coste
total de la construcción de la acequia fue de 1.444.496 reales, entregados por la Tesorería de Rentas de Murcia, a cuya provincia pertenecía Villena en la época.3 La acequia, pues, sigue constituyendo el desagüe de
la cuenca
endorreica que
conformaba la laguna de Villena, con lo cual aporta un caudal de
aguas algo salobre. Además, parte de las aguas residuales de las ciudades del
Alto Vinalopó se vierten a la acequia desde una Estación Depuradora de Aguas
Residuales, estación para la cual la ciudad de Villena lleva años solicitando una adecuación a un
tratamiento terciario.
Hasta aquí, el resumen que he realizado de dicho libro, cuya
finalidad no es otra que conocer algo más la tierra de mis cuatro abuelos.
Como apartado anexo no podemos olvidar el citar la “Introducción del libro” Caudete, pérdida de sus fueros del reino de
Valencia, escrito por Andrés Bañón Martínez.
Tras destacar
la sucesión de generaciones que escribieron la historia de Caudete, le
encantaría abrir un foro en el que pudieran ser oídas las voces de las
generaciones caudetanas del siglo XVIII.
La historia
de Caudete está íntimamente ligada a la del reino de Valencia. En el siglo
XVIII corrió la misma suerte que el reino. Hasta 1707 fueron muchos los logros
conseguidos tanto en el reino como en Caudete. La prosperidad municipal como
villa real de Valencia fue amada y transmitida de generación en generación
desde 1240.
Bañón transcribe las pp.32-34 del libro titulado Historia verdadera de María Santísima de
Gracia, escrito por el presbítero caudetano Francisco Díaz Alcover y
editado en 1922 (libro del que conservo un ejemplar).
En dichas páginas figuran relatados todos los privilegios que
le fueron concedidos a Caudete, remontándose a 1329 y acabando en 1707.
Todos estos fueros formaron, en su conjunto, el cuerpo de
Doctrina Privada de la Villa. Por ellos se gobernaban y se resolvían las
cuestiones vecinales, herencias, disfrute de riegos, fiestas, etc.…; pero hubo
cuatro privilegios fundamentales que destacaron sobre el resto:
Insaculación,
Feria y Voto en Cortes
El de insaculación consistía en el nombramiento, por sorteo, de
los cargos públicos.
El de feria por quince
días significó en el siglo XIV una transcendental conquista económica.
Caudete ayudó a Pedro IV, rey de Aragón y Valencia en las luchas por la
reincorporación del reino de Mallorca entre los años 1339 y 1343 y obtuvo, unos
años después, esta recompensa.
Era la única feria por quince días que se celebraba en el
largo camino entre Valencia y Murcia.
En 1575 Felipe II concedió el poder realizar mercado semanal
todos los viernes.
En 1707 se perdió el privilegio de la feria, con motivo del cautiverio de Villena.
A través del voto en
cortes, por medio de un Síndico Procurador General, se defendían los
intereses caudetanos personalmente en Valencia. Este voto procedía desde que el
rey don Jaime I le otorgó el título de villa real, juntamente con las ciudades
de Valencia, Játiva, Orihuela y Alicante y otras 29 villas reales.
Acerca de la reconquista de Caudete
Estos datos los tomamos del libro Historia verdadera de la Virgen de Gracia y
en su p. 30 dice el autor:
Cupo la
restauración de Caudete por 1238, según unos, o por los años 1240 según otros,
al ínclito rey don Jaime I de Aragón, llamado el Conquistador, el cual
sabiamente dispuso, que el comendador de Alcañiz con otros comendadores de la
orden y buena compañía de Almogávares, cayese sobre la villa de Villena (ahora
ciudad) y la hiciese pagar caro la resistencia que había manifestado a sus
órdenes.
Apenas se
aproximaron a ella las valientes tropas del rey don Jaime, cuando hicieron una
bastida delante y causaron tanto estrago en los moros, que se vieron precisados
a relacionarse por medio de embajadores con el Rey y ofrecerle poner la villa a
disposición de sus Comendadores, si era así su real disposición, y constándoles
de su expreso mandato, no esperaron a probar los rigores de un conquistador
enojado; sí que al punto realizaron su rendición y entrega a los frailes de
Calatrava por el infante don Alfonso de Castilla de mano del rey don Jaime.
Poco después se rindieron al mismo Sax, Bogarra y los Caudetes.
En el nombre
de Caudetes están comprendidos la villa de Caudete,
Almizra cerca al pie de la sierra de
La Lazara, Oliva sobre la ermita del
Rosario, Los Tres Puntos en el
collado de San Cristóbal y Santa Ana, Bogarra
con una gran torre en el centro de hermosa vega y otro Lugarcillo en la cercanía de la ermita de Nuestra Señora de Gracia.
Estos últimos cinco pueblos perecieron por la injuria de los tiempos, pero de
todos ellos dan testimonio los antiguos y debajo de su fe antiquísimos
escritos.
De todos los
cinco era cabeza Caudete, villa tan antigua, que el historiador Escolano la
hace existente en tiempos de gentilidad, y aduce en abono de su fundada opinión
(Lib. IX, Columna 1285 de su historia).
Transcripción finalizada el 2 de enero de 2018.
Joaquín Sánchez Huesca
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