Entre los escasísimos apuntes, coleccionados por el inolvidable don Salvador Avellán, presbítero, que lograron salvarle de la horda destructora del marxismo, hay unos datos sumamente curiosos sobre la antigüedad de los nombres de algunas calles de nuestro pueblo, que hoy se publican por primera vez, cronológicamente ordenados.
En
1420 existía ya la plaza pública en el mismo lugar que hoy ocupa.
Posteriormente se llamó plaza de las Carnicerías y en ella había una casa
llamada de doña Catalina, acaso de doña Catalina Ruiz de Alarcón, que fundó los
beneficios de Santa María.
La
calle o plaza de Santa María existió ya en 1464 y en 1492 la calle Mayor y la
de San Antón.
En
el año 1500 la plaza situada detrás de las actuales Casas Consistoriales se
llamaba de Hernando de Medina.
En
1503 se habla de los bancales en la Losilla, cerca de las “casas del Obispo”.
En
1516 existe ya la calle de Palomar y en 1525 la calle Baja en la cual había en
1525 una escuela pública cuyo maestro cobraba cuarenta reales de sueldo anual.
La
calle de la Rambla es nombrada ya en 1534.
En
1570 se autoriza la construcción de varias casas en el ejido de la puerta de
San Sebastián.
En
1575 se habla de la calle Nueva, y el trozo comprendido entre la misma y la
plaza del Rollo se llamaba en 1608 calle pública Nueva.
También
en 1575 se nombra el arrabal de la Trinidad y en 1595 el arrabal mayor,
distinto del menor que era el de Zarralamala.
A
finales del siglo XVI y para ampliación de la plaza de Santiago cedió una casa
Alonso R. Navarro, padre del beneficiado y teniente-arcipreste don Bartolomé
Navarro.
En
1605 ya se nombra la plaza del Rollo.
En
1607 se habla de la Cruz de la Losilla, el barrio de Onil y la Puerta de Biar.
Dicha cruz era el “Humilladero de las Mellinas” que se levantaba a la salida de
la citada Puerta de Biar, y que fue erigido en honor de dos señores principales
de Villena, cuyos nombres no han llegado hasta nosotros, aunque sí su apellido,
que era el de Mellinas. Sucumbieron ambos heroicamente peleando contra los de
Biar en aquellas luchas fratricidas entre Castilla y Aragón en las que Villena
hubo de tomar parte importantísima en diferentes ocasiones por ser población
fronteriza entre ambos reinos.
En
1616 ya existía la Corredera pues se autoriza la edificación en dicha calle de
una casa junto a la muralla que pasaba frente a la actual iglesia de la
Congregación; y en 1686 había en la misma calle un Hospicio junto a un horno.
¿Sería
el horno del paso que muchos hemos conocido en el sitio que hoy ocupa el Pasaje
Candel?
En
1624 se nombra la calle de los Cuatro Cantones donde había un pozo concejil.
La
calle de Parrales se llamaba “partida de Parrales” y ya existía en 1646; en
1670 la calle del Ciervo, la del Hilo en 1671, la de Quevedo en 1685 y en el
mismo año la del Chicho, que antes se llamaba del Capitán.
En
1689 existía la calle de doña Isabel en la que una de sus aceras, quizá la
única de entonces, estaba formada por postigos de la Corredera.
En
1760 se habla de bancales situados en la Puerta de San Sebastián,
pertenecientes al vínculo de Cascante.
Finalmente
en 1800 la calle del Cojo, que antes se llamaba de Carniceros, toma su nuevo
nombre de un tal “Martín el cojo” que en la misma vivía.
Hasta
aquí los datos que conocemos sobre nombres antiguos de calles y plazas de
Villena.
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