Como fueron las Fiestas de Moros y Cristianos en el año 1883
En uno de los
boletines del “Día 4 que fuera”, periódico que editaba la Junta Central de
Fiestas de Moros y Cristianos de Villena, con carácter mensual; concretamente
en el año 1984, publiqué una noticia acerca del programa de las Fiestas de
1883, y aunque no he conseguido localizar ningún ejemplar, sí encontré la factura del coste de su
impresión, en la que se indicaba que se habían realizado 500 ejemplares.
Han transcurrido más
de treinta años desde aquella publicación y seguidamente vamos a complementar aquella
primera información con tres importantes
apartados de noticias:
1. Una
curiosa crónica de las Fiestas de aquel año de 1883, que se publicó en el
periódico alcoyano El Serpis.
2. Un
artículo publicado en el periódico La
Unión Democrática de Alicante, en el que se expone, con motivo de la
celebración de las Fiestas, una visión de Villena de carácter económico y
social.
3. Las
notas de prensa de los sucesos acontecidos en la plaza de Santiago durante los
días de las Fiestas, relacionados con los toros.
EL SERPIS,
periódico de la mañana-Alcoy,
13-09-1883
Noticia que publica en sus páginas, referida a las Fiestas de
Moros y Cristianos celebradas en Villena, días atrás y dice así:
“Un colega de la capital reseña las fiestas últimas celebradas en
Villena, en los siguientes términos:
Muy lucidos han sido este año, los grandes festejos cívico y
religiosos, que en honor de su patrona la Virgen de las Virtudes, ha celebrado
la ciudad de Villena en los días 5,6,7,8 y 9 del actual.
Las comparsas de tercios de Flandes, estudiantes, marinos,
marroquíes, caballeros romanos y moros, vestían lujosos trajes; las músicas en
número de nueve ó diez, recorrían la población desde las primeras horas de la
mañana de los días de fiesta; por las noches ha habido según costumbre danzas
árabes y serenatas, distinguiéndose la que dio en la plaza de Santiago la banda
de la Misericordia de Murcia, bajo la dirección del inteligente maestro don
Acisclo Díaz, en la noche del día 6, y frente a la casa del capitán de los
Tercios de Flandes señor Selva.
No han faltado tampoco bailes y reuniones de confianza, donde
hemos admirado, al par que la fineza y cortesía de los villenenses para
obsequiar a los forasteros, la hermosura sin par de las mujeres, tan puras y
tan altivas, tan graves y tan apuestas, tan elegantes e instruidas que todo es
poco para elogiarlas.
El estrépito de las descargas anuncia en esos días los combates de
moros y cristianos y nos recuerdan vagamente otras edades. Cuando la morada
tiembla desde los cimientos, se cree uno como el marino a quién el céfiro
impulsa la nave. Por fin triunfa la cruz de la media luna y el castillo que se
eleva en la plaza de Santiago es tomado por los cristianos. Mahoma es arrojado
de lo alto del fuerte, se apoderan de ella los de Biar, garrote en mano (es
costumbre de antiguo) e inmediatamente después comienza la procesión. Concluida
ésta se quemó un vistoso castillo de fuegos artificiales, durante el cual, la
banda de música del municipio tocó piezas escogidas.
También los sermones en honor de la Virgen de las Virtudes han
sido notables; merece especial atención el que el domingo 9 predicó don Juan
Chaumel, cura y arcipreste de Caravaca,
y reputado orador sagrado. Sin entrar en el fondo de su sermón, y aunque bien
lejos de asentir a algunas de sus conclusiones, en honor a la verdad, nos
pareció elocuente, de dicción correcta y las pruebas ora las tomaba de la
autoridad, de la razón, ya de los ejemplos.
Termina el colega dando la noticia del hundimiento de un tablado
que ya conocen nuestros lectores”.
LA UNIÓN DEMOCRÁTICA, diario político, literario de intereses materiales,
Alicante, jueves 13 de septiembre de 1883
Crónica
titulada “Desde Villena”, escrita el día 8 de septiembre
“Hablábamos
en nuestro número de ayer de los grandes festejos que la ciudad de Villena
había celebrado en honor a su patrona las Virgen de las Virtudes, y de la
amabilidad que distingue a los hijos de esa culta población, así como de la
hermosura de sus mujeres; pero claro está, esto no era todo y formamos el
propósito más extensamente de lo que es Villena. Cumplamos hoy nuestro
propósito, siguiera sea a vuela pluma, por no permitirnos otra cosa el tiempo
de que disponemos.
Villena
es una pequeña cantidad con todos sus adelantos y todas sus necesidades, no hay
más que visitarla para converse de esta verdad. Cuenta con tres casinos,
fondas, varios cafés, una imprenta, edificios magníficos formando calles espaciosas
y llanas, mereciendo especial mención, de los edificios, las Casas
Consistoriales, la iglesia parroquial de Santiago, cuya elevada torre descansa
sobre el arco que forma la puerta de la sacristía; las cárceles del partido, el
cuartel de la guardia civil y otros que sería prolijo enumerar, y que nos
recuerdan la edad de hierro, porque la mayor parte de los edificios señalados,
parecen gigantes dormidos, que conocieron el célebre nigromántico marqués de
Villena, y que espera su vuelta para despertar. No podía apartar la vista de
aquellas moles de piedra ¡ qué idea me inspiraba su aspecto ¡ algunos tiros que
los moros festeros tiraban de cuando en cuando contra los cristianos, me traían
a la memoria aquellos agarenos que plantaron su sangrienta media luna en
España, tomando posesión de ella en nombre de la esclavitud y de la muerte: o
más bien, creían ver las formidables huestes de Jaime el Conquistador entrando
en Villena para liberarle del moro y reconstruir las rotas y mutiladas estatuas
de la libertad.
Dirigí
mis pasos a la estación del ferrocarril, contemplé las máquinas y coches allí
agrupados; vi las mercancías para ser embarcadas; contemplé sobre mi cabeza el
hilo eléctrico que lleva lejos la noticia que facilita una transacción
mercantil; y bendice la civilización y el progreso. En los tiempos pasados la
ignorancia se hallaba en armonía con todos los otros males, y aun ayudaba a
sobrellevarlos; impedía el ver los goces de que no se podía disfrutar, y
por consiguiente, amortiguaba los deseos quitando las esperanzas. La libertad
ha venido después a dar a conocer el árbol de la ciencia con su dulce y su
amargo. Llamados los hombres de todas clases a ejercer las funciones públicas
de un gobierno liberal, y a adquirir cuantas riquezas pueda proporcionar la
industria, solo por medio de la instrucción podrá hacerse merecedor de estos
dos factores del destino. No son ya los hombres de hoy esclavos feroces, a la
par que tímidos y desidiosos, que no conocen más que la inacción para consuelo
del trabajo y el robo por suplente de la propiedad; sino hombres activos,
sensatos, industriosos, constituidos en orden social, escuelas públicas, un
cultivo muy adelantado. En fin, una organización sencilla y ordenada. Buena
prueba de esta verdad es Villena, unida hoy por medio del ferrocarril a la
capital, de la que dista 50 kilómetros, y estrechando mañana sus lazos
fraternales con Alcoy, para bien de ambos, y también gracias al ferrocarril que
se inaugurará en abril próximo; buena prueba el excelente cultivo que tiene
todo el término de Villena, no debido a brazos esclavos, sino al sudor y
esfuerzo del hombre libre; buena prueba lo que es Villena hoy, comparada con lo
que era y representaba en otro tiempo con sus señores feudales y sus torres y
fortalezas amenazando con la fuerza a los cristianos, y más tarde tomando parte
activa en las revueltas populares, promovidas por la ambición de reyes y de
príncipes mal avenidos. Aquella ciudad altiva y guerrera, circunvalada por
murallas y protegida por los baluartes, ha desaparecido para dar lugar a la
Villena del siglo XIX, rica próspera y feliz, viendo en el mejor estado su
agricultura, obteniendo abundantes cosechas de granos, vinos y aceites;
renaciendo su industria que se ocupa en tejidos de hilo y lana, en molinos de harina
y aceite, fábricas de aguardiente, minas de cobre y de carbón de piedra.
Carecía de buenas vías de comunicación, y hoy está dotada de ellas, pues aparte
del ferrocarril que la une con la capital y de que dejamos hecho mérito
tiene las carreteras del Estado que dirigen a Madrid, Valencia, Alicante y
Alcoy, y muchos caminos que le ponen en comunicación con el resto de la
provincia.
Los
estrechos límites de una carta no permiten dar a los lectores de LA UNIÓN idea
detallada de lo que he podido apreciar por mí mismo en Villena, durante los
días que he permanecido en ella; bastan sin embargo con lo apuntado para
comprender el floreciente estado en que se encuentra esa población.
Ahora
un deber de gratitud me obliga, aparte de este orden de consideraciones, a
dedicar un recuerdo en estas mal pergeñadas líneas a mis buenos y
particulares amigos D. José Navarro Galiana, D. Victoriano López, D. Manuel
Golf, D. José Mª Soler y D. José Menor, que durante mi corta estancia en
Villena me han colmado de obsequios y atenciones, a que no sé como
corresponder.
De
política no quiero decir una palabra, aunque mucho podría decirse; prefiero
cerrar esta carta con un adiós a mi querida hermana T y mis sobrinas y así lo
hago… pero, ahora se me ocurre un final mejor y lo pongo; es este: Villenenses,
adelante por el camino del progreso, el ignorante sigue la rutina de sus
abuelos; cualquier innovación le parece un crimen o un riesgo; dando por el
contrario la instrucción al hombre de ideas, le predispone a una confianza
mayor, y por consiguiente a la imitación y a la perfección; pueblos que como
Villena cuentan con un Chapí, es decir, con una celebridad en el mundo del
arte, deben vivir la vida de la inteligencia, la vida del espíritu, la vida de
los grandes pueblos que olvidándose de las miserias terrenales, se perfeccionan
para acercarse al gran arquitecto del Universo”.
Rafael
Sevila
Villena,
8 septiembre 1883
Notas
de prensa de los sucesos ocurridos en la plaza de Santiago, durante las Fiestas
de 1883
EL
SERPIS, Alcoy, sábado 08-09-1883
“De una catástrofe horrorosa que ha venido a turbar la alegría de
las fiestas que se están celebrando en Villena, nos da cuenta una persona
llegada ayer de aquella ciudad.
Habíase construido un tablado para que los músicos tocasen en él
por las noches, cuyo tablado se hallaba lleno de gente, cuando circuló la voz
de que se había escapado un toro; agolpóse la muchedumbre al tablado, ya antes
sobrado recargado, el cual vino a tierra, pillando debajo a dos o tres
infelices, de los cuales uno murió en el acto y otro debe haber muerto a estas
horas. Además resultaron más de veinte entre contusos y heridos, de más o menos
gravedad.
De sentir es tan lamentable catástrofe y en nuestro concepto
debería exigirse la responsabilidad que quepa por el hecho, si hay lugar a
ella”.
En
otro apartado se cita lo siguiente:
“Escrito y compuesto el suelto en que damos la noticia de la
desgracia ocurrida anteayer en Villena, recibimos nuevos detalles del suceso.
El tablado que se hundió, estaba en la plaza donde habían de correrse vacas
para divertimento del público, habiendo sido tal el número de los que se
acogieron a aquel, al tiempo de soltar la primera vaca, que se hundió con el
peso de la inmensa mole de tres o cuatrocientas personas que la asaltaron.
Si no se consistieran tan bárbaros divertimentos, no sucederían
desgracias como esta y las hace pocos días ocurridas también por igual motivo
en Muro, de que oportunamente dimos cuenta.
Para tranquilidad de las familias de los músicos de esta ciudad
que se hallan en las fiestas de Villena, tenemos la satisfacción de anunciar
que a ninguno de dichos artistas ha afectado la desgracia en poco ni en mucho”.
LA
CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, Madrid, sábado, 08-09-1883
“El Gobernador Civil de Alicante en despacho telegráfico de las 12
y 13 de esta tarde, participa que según le comunica el comandante del puesto de
la Guardia Civil de Villena, se ha hundido uno de los tablados en la plaza de
Santiago, en el momento de correrse una vaca, resultando un muerto y varios
heridos.
Se han pedido detalles al alcalde y se exigirá responsabilidad a
quien corresponda”.
EL
CONSTITUCIONAL, Valencia, domingo, 09-09-1883
“Se ha hundido la plaza de toros de Villena, resultado
varios heridos”.
La
Vanguardia, 09-09-1883
En Villena se ha hundido el tablado de
la plaza de Santiago destinada á correr novillos, resultando un muerto y varios
heridos.
La
Vanguardia, 11-09-1883
Mientras
ayer se corría una vaca brava en la plaza de Santiago de Villena (Alicante)
hundiese un tablado con toda la gente que sobre él se hallaba. A consecuencia
del hundimiento resultaron un muerto y varios heridos.
EL
CONSTITUCIONAL DINÁSTICO, Alicante, 12-09-1883
“Ocho
heridos y treinta contusos ha producido en Villena el hundimiento de un tablado
en donde había multitud de gente apostada para presenciar la corrida de un
novillo.
De los heridos
graves, uno falleció a los pocos momentos.
Son de deplorar estas
desgracias acaecidas por la falta de precaución”.
EL
CONSTITUCIONAL, Valencia 13-09-1883
“De los heridos que resultaron a consecuencia
del hundimiento de un tablado en la plaza de Santiago de Villena el día 8, de
cuyo hecho dimos cuenta a nuestros lectores, han fallecido ya cuatro y algunos
otros continúan en estado de bastante gravedad”.
EL
BIEN PÚBLICO, Mahón 15-09-1883
“Un periódico de
Alcoy da hoy, aunque pocos, algunos detalles de la catástrofe ocurrida en
Villena.
Habíase construido un
tablado para que las músicas tocasen en él por las noches, cuyo tablado se
hallaba lleno de gente, cuando circuló la voz
de que se había escapado un toro: agolpóse la muchedumbre al tablado, ya
antes sobrado recargado, el cual vino á tierra, pillando abajo a dos o tres
infelices, de los cuales uno murió en el acto y otro debe haber muerto a estas
horas. Además resultaron más de veinte entre contusos y heridos de más o menos
gravedad.
El tablado que se
hundió estaba en la plaza donde habían de correrse vacas para divertimiento del
público, habiendo sido tal el número de
los que se cogieron a aquel, al tiempo de soltar la primera vaca, que se
calcula en cuatrocientas las personas que asaltaron el tablado cuando se oyó
gritar ¡el toro¡ ¡el toro¡”.
(Aquí finalizan las crónicas sobre el
hundimiento del tablado en la plaza de Santiago).
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