Publicación que editó el M.I. Ayuntamiento, en la que
figura la CRÓNICA de los extraordinarios festejos
Cívico-Religiosos que, con motivo del XXV aniversario de la Coronación Canónica
de Nuestra Excelsa Patrona la Virgen María de las Virtudes, celebró la ciudad
de Villena durante los días del 5 al 10 de septiembre de 1948.
Si bien, todo el contenido es muy interesante,
especial mención merece el apartado titulado “El engalanamiento callejero”,
donde a lo largo de veinte páginas figuran las calles de Villena que fueron
engalanadas para tan importante acontecimiento, labor que fue realizada por los
vecinos de dichas calles.
Un artístico apartado dedicado a la “Exposición de
Pintura” que se realizó durante dichos días y en la que se pudieron admirar
obras de los pintores: Ladislao
Jareño García, Luis García Ferriz, Antonio Cernuda Juan y José Cortés Camarasa.
Otro apartado se refirió a
la celebración de los “Juegos Florales”
y mención especial merece el apartado “Temas y Premios”, puesto que en
la elección de temas la comisión organizadora se propuso atender dos
necesidades de índole diversa: exaltar el fervor mariano y promover el estudio
de cuestiones históricas locales.
Este libro se terminó de imprimir el día 22 de
diciembre de 1948 en los talleres gráficos de la empresa villenense: Casa Normu.
El cronista y por consiguiente relatador de todo lo que
aconteció en ese año fue Don José María
Soler García y transcribimos a continuación la excelente crónica que
redactó, dedicada al tema central y principal: LA SEGUNDA CORONACIÓN DE NUESTRA PATRONA LA VIRGEN DE LAS VIRTUDES.
“Y LLEGÓ el día deseado. Un año entero de inquietudes, de trabajos,
de batallar incruento, en preparación de los actos de esta fecha, fasta en los
anales villenenses: 6 de septiembre de 1948; vigésimo quinto aniversario de la
Coronación Canónica de Nuestra Señora de las Virtudes. La vida entera de la
población –puede decirse sin hipérbole—ha girado durante un año alrededor de
este momento, que vamos a tratar de describir lo más exacta y minuciosamente
que nos sea posible.
El día amaneció
espléndido y radiante. Ni una sola nube empañaba el brillo de un sol
septembrino casi canicular. Desde muy temprano, acuden los fieles a la
parroquia de Santiago para recibir la Sagrada Forma. Las misas se celebran
isócronamente, oficiadas sin interrupción por tres sacerdotes en los altares
del presbiterio, magnífico de aspecto. Dos grandes tapices de flores, colocados
a ambos lados del altar mayor, reproducen la fuente y el pozo, alegorías de la
Santísima Virgen. Nuestra Señora, con el Divino Niño en sus maternales brazos,
aparece en su trono revestida del manto de tisú de oro que estrenara el día de su
coronación. El altar es un jardín de flores naturales.
En el lado del
Evangelio se ha colocado el trono que ha de ocupar el Sr. Obispo cuando celebre
el pontifical, así como diferentes asientos para los sacerdotes y seminaristas
que acompañen a S.E. Un lugar reservado a las autoridades se divisa en el
centro de la iglesia.
Llegada del Excmo. Sr. Gobernador D. José María Paternina
A las nueve de la
mañana llega a las Casas Consistoriales el Excmo. Sr. Gobernador Civil de la
provincia D. José Mª Paternina, acompañado de su gentil esposa Dª Josefa Bono;
de D. José Rocher, Alcalde de Villena, y de D. Joaquín Pérez-Marsá Maestre,
Presidente de la Junta de la Virgen. Estos dos últimos habían acudido a
recibirlos al límite del término municipal. Todas las autoridades locales y el
Ayuntamiento en pleno, integrado por los gestores D. Alfonso Arenas García, D.
Alberto Pardo Caturla, D. Jerónimo Hernández Hernández, D. Emilio Cuellar de la
Torre, D. Máximo García Luján, D. Fulgencio Ferriz Hernández, D. José López Montilla,
D. Antonio Ríos Asunción, D. Francisco Flor Hernández, D. Juan Bautista
Hernández y D. Antonio Hernández Amorós, les aguardan en la entrada principal,
desde donde se forma una comitiva que parte hacia la parroquia para entrar en
ella por la puerta de la fachada recayente a la plaza. La Sra. de Paternina es
recibida por Dª Adela Ritas, en representación de las Damas de la Virgen, y por
Dª Isabel García, Viuda de Arenas, que representa a la Comisión de Señoras pro
Corona de la Virgen. Después de los saludos protocolarios, la ilustre visitante
es acompañada hasta el sitio especial que le había sido reservado en el lado de
la Epístola inmediatamente detrás de la verja. Dª Josefa Bono, por mediación de
D. Máximo García Luján, miembro de la Comisión pro Bodas de Plata, hace ofrenda
a la Virgen del magnífico ramo de flores con que el Ayuntamiento le había
obsequiado a su llegada.
Llega a Santiago el Excmo. Y Reverendísimo Sr. Dr. D. Miguel
de los Santos Díaz y Gómara, Obispo de Cartagena
Las autoridades se
dirigen a la puerta principal de la Parroquia para esperar a S.E. Reverendísima
quien, durante su estancia en Villena, se hospeda en el Colegio de Hermanas de
San Vicente de Paul, situado en la Corredera. Precedido de una comitiva formada
por seminaristas y sacerdotes, el Sr. Obispo llega puntualmente, revestido con
capa magna cuya larga cola sostiene uno de los seminaristas. Acompañan a S.E.
el Canónigo del Cabildo de Murcia y
Prelado Doméstico de su Santidad, Ilmo. Sr. D. Ceferino Sandoval Amorós, hijo de
esta ciudad; D. Moisés Lafuente, Canónigo del citado Cabildo y el Beneficiado
del ya mencionado Cabildo y Segundo Maestro de Ceremonias D. Paulino Prieto
Pardo. Después de ser saludado por las
Autoridades, el Sr. Obispo asperja con agua bendita y se dirige a la Capilla de
la Comunión para hacer la visita al Santísimo, mientras aquellas pasan a ocupar
el lugar que tienen reservado en el centro de la iglesia. Entre sus
componentes, además de los gestores municipales ya citados, se contaban: D.
Juan Selva Mergelina, Coronel de Infantería; D. Luis Salazar, Capitán de la
Guardia Civil y D. Nicolás Maurandi, Juez Comarcal.
El Pontifical. – Generosidad de S.E.
Una vez en el altar
mayor la comitiva religiosa, el Sr. Obispo se dirige al trono y comienza a
revestirse, mientras la Capilla entona Maitines. Acto seguido, da comienzo la
solemne ceremonia, durante la cual se interpreta la primera –Misa Pontifical—a
tres voces, del Maestro Perosi. El Magistral de la Catedral de Madrid D.
Aniceto de Castro Albarrán, ocupa la sagrada cátedra y pronuncia un solemne
sermón. Terminado el Pontifical, sube al púlpito el Sr. Cura de Santiago D.
Juan Mañas Gómez, quien lee a sus fieles las condiciones para ganar la
indulgencia plenaria de la Bendición Papal que, a continuación de las preces
rituales, imparte S.E. desde el trono.
Todas las Autoridades
se han retirado al despacho parroquial. D. Joaquín Pérez-Marsá se acerca al
Obispo y le hace entrega de un sobre con 2.000 pesetas que la Junta de la
Virgen ha fijado como limosna y estipendio por haber solicitado la intención de
la Santa Misa. S.E., con exquisita gentileza, devuelve el sobre al Sr.
Pérez-Marsá para que su contenido pases a engrosar la suscripción pro Corona de
la Virgen.
Mientras tanto, el
público ha ido afluyendo incesantemente a la Puerta de Almansa, donde se ha
levantado una tribuna precisamente en el mismo lugar que ocupó la que, en 1923,
fue utilizada para la Coronación. Su ornamentación, a cargo personal de D.
Miguel Insa, de Valencia, es sencilla y efectista: pesadas alfombras,
gallardetes, banderas pontificias y la enseña nacional. A medida que la hora se
acerca, crece la oleada humana que, rápidamente ocupa los lugares disponibles.
La guardia municipal se ve casi impotente para contener a la muchedumbre en los
límites establecidos, algunos de los cuales son desbordados con facilidad. El
locutor de Radio Elche, Rvda. Sr. D. Francisco Espinosa, cuya emisora ha
instalado un buen servicio de altavoces, mantiene la espera con vibrantes
arengas y prudentes consignas que apenas pueden ser escuchadas a causa del
creciente rumor de la impaciente multitud.
Las comparsas, que han
ido desfilando durante la celebración del Pontifical, hacen su entrada por la
Calle Ramón y Cajal y van apostándose en semicírculo alrededor de la tribuna.
Frente a ésta, se sitúa la masa coral, integrada por un centenar de voces
mixtas elegidas por el Maestro Carrascosa. El aspecto que ofrece la Puerta de
Almansa y todas las calles convergentes, a la vez, imponente y magnífico. Los
balcones, las azoteas, incluso los tejados de las casas, se hallan totalmente
abarrotados de un público ávido de no perder ni el más nimio detalle. La mirada
se pierde sobre un mar de cabezas humanas.
Ya ha salido la
comitiva de la parroquia de Santiago. El orden de marcha es el siguiente: trono
de Nuestra Señora de las Virtudes, portado a hombros de los gestores
municipales y miembros de la Junta de la Virgen y guiados por D. Vicente Valdés
Archent; seminaristas; clero; Excelentísimo Sr. Obispo, revestido de Pontifical
y palio. Sigue el Sr. Alcalde D. José Rocher Tallada, que porta en un almohadón
la corona de la Virgen y que pre cede a muy corta distancia, a D. Joaquín
Pérez-Marsá, portador, en bandeja de plata, de la corona del Niño Jesús. Marcha
a continuación el Sr. Gobernador, acompañado, a su derecha por D. Nicolás
Maurandi y D. Luis Salazar y a su izquierda, por D. Juan Selva, Coronel der
Infantería y D. Alberto Pardo, Teniente de Alcalde y Jefe de Falange Española
Tradicionalista y de las JONS. El resto de los invitados forma inmediatamente
detrás de esta presidencia, cerrando la marcha el cuerpo de Ordenanzas del
Ayuntamiento y la Guardia Municipal.
La Virgen de las Virtudes llega a la Puerta de Almansa
A las doce y cinco
minutos, Nuestra Señora de las Virtudes hace su aparición en la Puerta de
Almansa. El momento es indescriptible. Los vítores y aclamaciones de la
multitud se unen a las cerradas descargas de arcabucería, al repicar de todas
las campanas del pueblo y a los majestuosos compases del Himno Nacional
interpretados por las doce bandas de música, mientras los alféreces de las
comparsas juegan airosamente sus banderas. En medio de este clamor unánime, la
Virgen es ascendida la tribuna y colocada en su trono, dando frente a la calle
de D. Joaquín Mª López. Sube también el señor Obispo, acompañado del diácono y
del subdiácono, y asimismo lo hacen D. Ceferino Sandoval, D. Moisés Lafuente,
el Maestro de Ceremonias, el Sr. Alcalde de Villena y el Presidente de la Junta
de la Virgen. El resto de invitados va ocupando los lugares previamente
designados, a indicación de D. Luis García Cervera y de D. Pedro Hernández
Hurtado, Secretario de la Junta de la Virgen y miembro de la comisión de Bodas
de Plata respectivamente, comisionados para este fin.
La Coronación
Restablecido el
silencio no sin dificultad, el Alcalde Sr. Rocher, pronuncia unas breves
palabras en las que expone la emoción del instante y hace ofrenda al Sr. Obispo
de la Corona que Villena entera regala a su –Morenica--. En medio de un
imponente silencio, S.E. procede a la bendición de las Coronas. El Sr. Orrico,
hijo del artífice constructor, coloca la suya al Niño Jesús y, momentos
después, el Sr. Obispo, desde lo alto del Trono, muestra al pueblo la de la
Virgen y la coloca sobre las Divinas Sienes. El momento es de una emoción
intensísima. Seiscientas palomas emprenden un vuelo espectacular y, cuando las
músicas rompen de nuevo el silencio, estalla un aplauso atronador que llena los
ámbitos de la plaza y muchos, muchísimos ojos se llenan de lágrimas…
Una de las palomas,
plástica confirmación de la inocencia que el bello animal simboliza, ajena a
protocolos y divinamente irrespetuosa, describe en los aires un majestuoso
semicírculo y va a posarse blandamente en lo más alto de la Corona virginal. El
público, complacido, arrecia en sus aplausos, mientras el Sr. Obispo, bondadoso
y sonriente, la ahuyenta con suave ademán. Otras tres palomas buscan cobijo a
los pies de Nuestra Señora entre los pliegues de su manto, y allí permanecen
por espacio de dos días, seguro y tranquilo, añadiendo una nota de movimiento y
viveza a los estáticos ornamentos del trono.
Hecho de nuevo el
silencio después del pintoresco incidente, la masa coral lanza a los vientos
las notas del –Canto a la Virgen de las Virtudes en las Bodas de Plata de su
Coronación Canónica--, inspirada composición a cuatro voces y orquesta,
expresamente compuesta para este acto por el maestro D. Manuel Carrascosa
García, director de nuestra Banda Municipal, sobre unas sentidas y líricas
estrofas poéticas de D. Pedro Hernández Hurtado. La multitud escucha recogida y
atenta la bella trama polifónica que las voces van tejiendo y, al final, premia
con una gran ovación la labor de autores e intérpretes.
Discurso del Sr. Obispo
Y se levanta a hablar
S.E. Reverendísima. Su voz, levemente trémula por una emoción que no trata de
ocultar, es solemne y pausada. Habla paternalmente del acto de reparación que
Villena acaba de ofrecer a su querida Patrona al ofrendarle una corona en
sustitución de lo que manos impías y sacrílegas le arrebataron en días aciagos
para la religión y la patria.
Sus conceptos, claros y
rotundos, van desgranándose con una lógica y precisión admirables, teñidos de
entusiasmo fácilmente comunicativo. La pieza es bellísima, y pone una vez más
de manifiesto la justa fama de que goza como uno de los más distinguidos
oradores sagrados de la actualidad. Termina impartiendo su bendición a todo el
pueblo, que la recoge, humilde y postrado, en medio de un religioso silencio.
Una visita inesperada
En este momento, un automóvil desemboca por la calle de Ramón
y Cajal y se detiene ante la tribuna. Los que en ella se encuentran dan
visibles muestras de satisfacción, mientras el Sr. Obispo desciende de su
sitial y saluda cariñoso al ocupante del vehículo. Es don Gaspar Archent, culto
Canónigo y fecundo escritor villenense, actualmente postrado por cruel
enfermedad. Una cariño ovación ha acogido la presencia del ilustre enfermo,
alma y vida de la Coronación de 1923, así como el humano y cordial gesto de S.E.,
que, tras ello, asciende de nuevo a la tribuna para presenciar el desfile ya
iniciado.
El desfile
A duras penas pueden
abrirse las comparsas en dirección a la Corredera. El locutor va anunciando la
salida, amenizando el relato con curiosas anécdotas del historial de cada una.
Se da la coincidencia de que los –Contrabandistas—conmemoran también en este
año las bodas de Plata de su fundación.
Una vez que ha
desfilado la última comparsa –los veteranos Cristianos—se forma de nuevo la
comitiva religiosa, presidida por el Sr. Obispo, tras la que marcha la coronada
Imagen, seguida de las autoridades a las que preside el Sr. Gobernador, quien
lleva esta vez a su derecha a D. José Rocher. El cortejo recorre las calles de
D. Joaquín Mª López, Generalísimo, Capitán López Tarruella y plaza de Santiago,
y durante el trayecto, no cesa de recibir La Morenica el cálido homenaje del
pueblo que se agolpa a su paso. Poco después del mediodía, hizo la Virgen su
entrada en la parroquia, dando con ello fin a los actos matinales de esta
jornada, plena de fervor mariano.
La procesión-romería
Por la tarde, a las
seis, dio comienzo la procesión-romería, réplica exacta de la de 1923 y que,
como entonces, recorrió el itinerario siguiente: Ramón y Cajal, D. Juan
Chaumel, General Mola, Afueras de San Sebastián, Salvador Pérez Marsá, Menéndez
y Pelayo, General Sanjurjo, Paseo de Chapí, Parque de los Caídos, Luciano López
Ferrer, Isabel la Católica, Trinidad, Generalísimo, Pedro Menor, José Mª
Hernández Menor, Hermanos Aranzabe, Juan Carrera, Rulda, Plaza de Biar, Onil,
Cantones, Joaquín Sandoval, Plaza de Santa María, Calvo Sotelo, Teniente
Hernández Menor y Plaza de Santiago.
Forman en la procesión,
a la que precede la Cruz alzada de la parroquia de Santiago, innumerables
devotos que, de cuatro en fondo, marchan lentamente entonando cánticos y
vitoreando sin cesar a la Virgen de las Virtudes. A la entrada de cada calle,
sus vecinos se hacen cargo de la Imagen, que ya no abandonan, disputándose el
honor de portarla en hombros, hasta que es entregada al vecindario de la calle
siguiente. En las muy populosas, este honor es excesivamente corto y no llega a
colmar el piadoso deseo de sentir en los hombros el divino peso. La plaza de
Pedro Menor, que no se ha visto engalanada, saluda el paso de la Morenica con
bengalas de colores y un primoroso fuego de castillos artificiales ilumina la
aparición de la Virgen por la Fuente del Garrofero.
Es verdaderamente
extraordinario el entusiasmo que demuestran los vecinos de estos barrios altos
de la población, cordialmente agradecidos a la Regia visita. Después de este
triunfal y glorioso paseo, hizo la Virgen su entrada en la parroquia de
Santiago a las nueve y media de la noche.
Y así transcurrieron
los actos de este día 6 de septiembre de 1948, pleno de emociones para los que
hemos tenido la dicha de vivirlo y doblemente evocador para los que recuerdan
con nostalgia una fecha semejante de años ya pasados. La deuda quedó saldada, y
una nueva fecha áurea fulgura desde ahora en los anales villenenses”.
A continuación, otros apartados que Soler los denominó: “DATOS COMPLEMENTARIOS”, y que complementan perfectamente esta
extraordinaria crónica.
“Tras finalizar el acto
de la Coronación, en el Salón de Actos del Ayuntamiento se sirvió un
banquete de honor a los ilustres
huéspedes que honraron a la población con su visita. Fue servido por el
restaurante “El Cocinero”.
El bastón que llevó la
Morenica durante los días de Fiestas de 1948 fue donado por Dª Carmen Vinués,
viuda del D. Eduardo Lobregad.
En el Santuario de las
Virtudes se colocó un soberbio armonium, donado por D. Francisco Hernández
Galvañ.
La familia Amorós
regaló el nuevo trono de la Virgen que se coloca en Santiago, durante los días
de Fiestas. Fue realizado por el carpintero Francisco Lorente Valera, conocedor
de las particularidades del antiguo trono. Las molduras y tallas que lo adornan
son obra de D. José Casanova Peris, artista valenciano. En cuanto a la
maquinaria que eleva gradualmente a la Sagrada Imagen y que va colocando las
velas, fue donada por D. Rafael Rodes Miralles y su esposa Dª Francisca Gallud
Pérez.
A título de curiosidad,
indicar que la paloma que se fijó sobre la Corona era una paloma buchona, de
cuatro meses, propiedad de Francisco Medina Calabuig. En cuanto a las otras
tres, dos blancas y una oscura, sabemos únicamente que las dos primeras
pertenecían a José Tomás”.
José María Soler, nos relata también otros acontecimientos sucedieron a lo largo
de tan significativo año y que se contemplan en el libro de “La Crónica”. Seguidamente recordamos algunos de aquellos
momentos:
Romería a las Virtudes
e inauguración del Hoyo restaurado
“Durante el mes de
marzo, había quedado decidida la celebración de una romería al Santuario que
fuese como una preparación de las ánimas para el homenaje definitivo, y el día
23 de mayo –mes dedicado a María—se llevó a efecto la peregrinación.
Más de tres mil romeros
portadores de cruces y báculos adornados con ramas, partieron muy temprano de la iglesia de Santiago, y,
entonando plegarías y cánticos, se dirigieron
hacia el Santuario por el camino de los Alamicos, que ofrecía un
impresionante aspecto. Al llegar la romería al lugar donde el fuego redujo a
cenizas la anterior Imagen, se cantó una Salve, mientras los peregrinos
depositaban en él sus ramas en sencillo acto de desagravio.
Una vez en el
Santuario, la escolanía del Colegio Salesiano cantó la misa de Perosi, durante
la cual el Rvdo. Padre Fermín García, pronunció un elocuente panegírico. Por la
tarde, se celebró un festival artístico en el que intervinieron los más
notables de entre los aficionados locales.
Algunos días después,
el 13 del siguiente mes de junio, fueron inauguradas las obras del restaurado
Hoyo de la Virgen, cubierto de nuevo por las aguas. D. José Joaquín, Cura del
Santuario, procedió a la bendición del secular estanque, la cual fue
presenciada por casi todos los habitantes de la Laguna y por muchísimos de la
Ciudad que acudieron expresamente acompañando a las músicos de la Banda
Municipal, que amenizaron el acto por iniciativa de D. Vicente Valdés. Estas
obras, unidas a las del jardincillo plantado en la explanada de acceso al
santuario --donde ha sido colocada la popular rana del Parterre—aumentan
considerablemente la atracción del pintores lugar, que es en la actualidad
muchos más visitado que nunca.
Velada artística en el
Teatro Chapí
La actividad desplegada
por las comisiones de señoras y señoritas encargadas de recaudar los fondos
para la corona hizo aumentar rápidamente el capítulo de ingresos. No obstante,
la Comisión no desaprovechaba ninguna ocasión tendente al mismo fin, por lo que
aceptó el ofrecimiento del magnífico cuadro lírico del Instituto Nacional de
Previsión de Alicante, el primero entre los de su género, que se había brindado
a actuar gratuitamente en beneficio de la suscripción. Reciente estaba el
clamoroso éxito obtenido por el referido grupo en el Teatro Alcalá de Madrid
con la representación de la gran zarzuela –La Tempestad -- de nuestro glorioso
paisano Ruperto Chapí, la cual fue radiada a toda España por las emisoras
madrileñas. Esta circunstancia, unida al grato recuerdo de otra anterior
actuación en nuestro teatro, hizo que Chapí registrara los llenos de las
grandes solemnidades, tanto por la tarde, en que se representó –Molinos de
Viento--, como por la noche, durante la cual tuvimos ocasión de oír –Bohemios—y
–Las Hilanderas--. El director artístico del grupo, nuestro también paisano
Óscar Montiel Seller, que es a la vez un acabado actor, recibió infinidad de
felicitaciones, en unión de D. Miguel Tallada, organizador del grupo, de D.
Horacio Ronda, maestro director y concertador, y de las primeras partes de la
compañía Dª Concha Haro de Tallada, Dª Pepita Durá de Soler, D. Alfonso Huesca,
D. Luis Navarro y D. Eugenio Soler. El elemento femenino de la agrupación tuvo,
además, la gentileza de postular durante los entreactos, aumentando con ello
considerablemente la recaudación.
El Concurso de Carteles
A partir del 16 de
mayo, quedaron expuestos al público en el Salón-Biblioteca del Círculo Agrícola
Mercantil los trabajos que, en número de ocho, fueron presentados a este
certamen, y el día 13 de junio fue dictado su fallo por el Jurado nombrado al
efecto, compuesto por D. José Menor Domenech, D. Luis García Ferriz, D. Antonio
Cernuda Juan, D. Enrique Muñoz Martínez y D. Calixto Díaz Navarro.
El premio de quinientas
pesetas fue otorgado por unanimidad al cartel que llevaba por lema –Mi
Morenica—y del que resultó autor Pedro de Villena, pintor cuyas interesantes
obras tuvimos ocasión de admirar durante las Fiestas de 1947 en exposición
celebrada en el salón de actos del Ayuntamiento. Este cartel, cuya fotografía
reproducimos, fue editado a expensas de la Junta de la Virgen.
Se concedió, además, un
primer accésit al presentado bajo el lema --Coronación--, obra de Ramón
Rodríguez Gil, uno de los aprendices que cursan estudios en la Escuela de
Formación Profesional que tan acertadamente dirige el Licenciado en Ciencias
Químicas D. José Gisbert Miró, y de la que es profesor de dibujo D. José
Cortés. Este cartel, del que también publicamos la correspondiente fotografía,
fue editado por el Ayuntamiento.
Se otorgó, por último,
un segundo accésit al cartel –Pregón—cuyo autor resultó ser José Ortín Cerdán,
también alumno de la mencionada Escuela.
Debemos hacer constar
que, en homenaje a la –Morenica—todos los balcones de la ciudad estuvieron
engalanados durante las Fiestas con el cartel que obtuvo el mencionado primer
premio.
Rehabilitación del
templo de Santa María
En el mes de junio, la
Comisión de Fiestas, consecuente en su deseo de procurar la mayor magnificencia
en el ornato de la población, convocó para Septiembre un concurso de calles,
escaparates y balcones engalanados. El éxito de esta iniciativa fue extraordinario,
y de él damos la noticia en un capítulo especial.
También se acordó
prorrogar la duración de las Fiestas por veinticuatro horas, con el fin de que
nuestra Señora pudiese permanecer durante todo el día 9 en la parroquia de
Santa María para recibir el homenaje de los vecinos del Arrabal.
Esto obligó a la Junta
de Reconstrucción, animada por el inacabable entusiasmo de D. Vicente Valdés, a
activar las obras emprendidas con tal objeto.
Pronto se terminaron
las de la techumbre, y el día 14 de agoto pudo celebrarse el solemne acto de la
reconciliación. D. Ceferino Sandoval, nuestro ilustre paisano, Canónico de la
Santa Iglesia Catedral de Murcia y Prelado Doméstico de S.S., llegado de
aquella capital expresamente para este acto, ofició en los de ritual. Por la
noche, hubo elevación de globos y concierto por la Banda Municipal en la Plaza
de Santa María, y al día siguiente, festividad de la Asunción, bajo cuya
advocación está colocado el templo, se celebró la primera misa después de más
de doce años de interrupción. Asistieron todas las Autoridades y un número
extraordinario de fieles que llenaron el templo y sus accesos. La Junta de
Reconstrucción obsequió con un aperitivo a las Autoridades y con una excelente
comida a los pobres de la feligresía. Hubo regocijo popular en la barriada
durante la tarde de este día, con carreras de sacos, cucañas y toda clase de
diversiones tradicionales en esta clase de actos”.
Las comparsas que participaron en las Fiestas de dicho años
fueron:
En el Bando Moro: Moros Viejos, Moros Nuevos, Bando Marroquí
y Moros Realistas.
En el Bando Cristiano: Estudiantes, Piratas, Andaluces,
Labradores, Americanos, Romanos y Cristianos.
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