Artículo dedicado a los cuatro Jaimes de mi familia.
25 Julio 2019
MONUMENTOS
ARQUITECTÓNICOS DE ESPAÑA. IGLESIA
ARCEDIANAL DE SANTIAGO DE VILLENA, MANUEL DE ASSAS
Y EREÑO (1813-1880)
Madrid – 1878
Hay en la ciudad de Villena dos iglesias
parroquiales; una arcedianal que llaman Santiago, y otra más moderna, que se
denomina Santa María de la Asunción, fundada
por doña Catalina de Alarcón en el año de 1551.
La de Santiago, que es de la que nos toca tratar
aquí, pertenece al último período del estilo ojival que floreció en España
durante el siglo XV y principios del XVI.
PLANTA. Es un paralelogramo rectángulo, que en uno
de sus lados estrechos, en la cabecera del templo, tiene como inscrito un
ábside ochavado.
Divídese en tres naves y girola por medio de arcos
apuntados que arrancan de diez columnas aisladas y de otras dos empotradas en
la pared que primitivamente fue la Je los pies de la iglesia. Desde este muro
hasta la actual imafronte, se han añadido otros dos compartimentos de estilo
arquitectónico más moderno que el de los anteriores, y con pilastras en vez de
columnas.
Los muros, exteriormente lisos se refuerzan con
estribos por el interior, haciendo de capillas los espacios que median entre
los estribos.
Dan entrada a la iglesia tres puertas por la
imafronte y otra por la fachada del costado de la Epístola.
Abrense tres ventanas circulares en el ábside, tres
cuadrilongas en la imafronte, una rasgada y cuadrangular en cada compartimento
de los muros laterales de la nave mayor, y varias, estrechas como aspilleras
con arcos semicirculares, en la pared exterior del lado del Evangelio; en el
muro opuesto parece que no se hicieron ventanas al tiempo de construirle. En la
imafronte antigua hubo una circular enfrente de la nave mayor, y otra de
aspillera con arco de medio punto al pié de cada nave colateral.
Cúbrese el templo con bóvedas nerviosas, siendo
ojivales solamente las de la parte antigua.
En el ángulo del paralelogramo que por la cabecera
de la iglesia está al costado del Evangelio, se eleva cuadrada la torre de las
campanas.
Por esta parte se adhiere al paralelogramo otro
menor que contiene la sacristía cubierta con bóveda también nerviosa; y, sobre
ella, un salón con techumbre artesonada de madera en que se ven casetones
exágonos y florones colgantes, y al cual da luz un laboreado balcón abierto en
la pared que corre en línea recta de la que constituye el lado estrecho del rectángulo
por el ábside.
EXTERIOR
La imafronte actual no contiene más que las
tres puertas y otras tantas ventanas ya citadas.
Su portada del centro es un arco ojival entre dos
agujas flanqueantes, cobijado por un quita lluvias. Poco más arriba que el ápice
de este, resalta una repisa que debió recibir la imagen de la Virgen María,
cuya regia corona, colocada en el lugar que ordinariamente ocupan los
doseletes, sostienen dos grandes ángeles en figura de jóvenes alados y
vestidos.-Por cada cara interior de los machones que reciben la ojiva, se eleva
una columna entregada, de las que llaman retorcidas ó heliacas, con los fustes
exornados de estrías, junquillos y filetes interpolados. Sus capiteles hubieron
de sostener estatuas, que, como la de arriba, no llegaron á ponerse ó han
desaparecido desde hace largo tiempo. Los doseletes que debían cubrirlas sirven
de impostas á un grueso funículo igual en tamaño y molduras á los fustes que
acabamos de mencionar, el cual sube desde allí hasta el vértice del arco formando parte de la
archivolta.-El quita lluvias arranca de dos querubines, y se adorna con hojas y
racimos de uvas y con una cabeza en su ápice.
Las dos portadas colaterales son de estilo del
Renacim1iento y sumamente sencillas, reduciéndose su decoración a chambranas y
guardapolvos de escasas y pequeñas molduras.
Las tres ventanas son lisas, y se abren, una encima
de la puerta central, y las otras, no sobre las puertas laterales, sino junto á
los lados exteriores de las agujas flanqueantes.
La fachada del lado de la Epístola es
completamente lisa; y su portada se conoce que fue muy semejante á la central
de la imafronte, á pesar de hallarse desfigurada por grandes deterioros é
inhábiles reparaciones.
El ábside se exorna en su
paño central, con varios blasones encerrados en un cuadro ó marco,
encontrándose este al medio del paño, aunque no completamente, sino algo más
hacia el lado del Evangelio; y además, con las tres ventanas de arcos
semicirculares y abocinados de que dejamos hecha mención, y que están colocados
en el centro de la cabecera de la iglesia. De las tres, la del centro, que es
la mayor, se decora con dos cavetos, uno muy grande y otro pequeño, reunidos en
arista: las otras dos, semejantes entre sí, carecen de molduras, siendo
completamente planas.
Los escudos que encierra el marco se distribuyen del
modo siguiente: en la parte superior, el de los Católicos Reyes Fernando é
Isabel, soportado por un águila exployada, de una cabeza, y nimbada;
contra-acuartelado de Castilla y Leon con Aragón y Sicilia; y entado en punta
de Granada. Al pié de él se lee tanto monta, y á sus lados se figuran el
yugo y el haz de saetas, que son la empresa de los Reyes Católicos, con las
leyendas JESUS XPS bajo el haz, y tanto monta, que se repite, debajo del
yugo. Llenan la parte inferior del cuadro otros tres escudos, siendo el de en
medio el de la ciudad, cuartelado en sotuer y con escudete, y trayendo en el
primer cuartel un castillo con tres torres; un león rampante en el segundo; en
el tercero un brazo alado empuñando una espada; en el cuarto tres pinos, y en
el escudete dos peces contrapuestos, uno arriba y otro abajo: sobre el escudo
se lee:
JESUS AUTEM
TRANSIENS
PER MEDIUM ILLORUM IB
AT
XPS VINCIT XPS RE
Los otros dos escudos que están á los costados del
anterior son las armas de don Sancho García de Medina, que trae una M antigua,
cortado el escudo con tres bandas. Uno de estos dos blasones, el de la
izquierda del espectador, se timbra con capelo de tres borlas á cada lado; el
de la derecha en lugar de capelo, presenta el nombre de Jesucristo escrito así
IHS xPs, relevándose, en medio de estas dos palabras, una estrella de seis
puntas.
La coronación del
templo consiste en parte de los estribos que descuella sobre el tejado; en unas
piramiditas con que rematan; en arbotantes que de ellos arrancan para
contrarrestar el e1npuje de la bóveda más alta; y en las gárgolas que por
debajo de las piramiditas arrojan el agua que, del tejado de la nave mayor,
viene á ellas por encima de los arbotantes.
La torre es
de planta cuadrada y se divide en dos zonas de muy diferente altura, separadas
entre sí por medio de una cornisa. Perforan la zona inferior tres ventanas,
unas sobre otras, en la cara que se halla en línea con la cabecera de la
iglesia; en la superior se elevan los arcos semicirculares, que contienen las
campanas, y son dos gemelos en cada lado de la torre; y más arriba otra ventana
circular sobre cada machón central de los arcos gemelos. El tejaroz es de
arcaturas sobre ménsulas, remedando matacanes. Coronan el campanario, una
balaustrada de hierro que reemplazó á otra de
piedra
que se creía pesar demasiado, y un chapitel octógono, cerrado y rematado en
esfera de bronce, cruz de hierro, y veleta que figura un monstruo alado.
El balcón de la sala que
está sobre la sacristía, consta de dos columnas, cornisamento y frontón de
porción de círculo, todo profusamente adornado.
INTERIOR
Las columnas aisladas, que en vez de pilares separan
la nave central de las colaterales, y de la girola la capilla mayor, tienen
porbasa, cada una, un cuerpo de ocho caras planas y lisas; fustes con igual
número de estrías heliacas unidas entre sí en arista, y capiteles de la misma
planta que los fustes, aunque acampanados y chatos. Sobre estos, asientan otras
columnas empotradas, cuyos capiteles son muy semejantes a los de a columnata
baja, y cuyos fustes parecen en todo una prolongación de los inferiores, tanto
más, cuanto que vuelven á reaparecer con sus estrías sobre los capiteles de las
segundas columnas hasta compenetrarse,
digámoslo así, con los nervios de la
bóveda que en ellos recaen. Unos y otros capiteles exornan sus caras cóncavas
con hojas, conchas, peces, pájaros y otros objetos, generalmente sin enlazarse
ni ligarse unos con otros.-Los capiteles de las primeras columnas reciben las
recaídas de las arquerías sobre que cargan las paredes de la nave mayor, y de
las bóvedas de las colaterales. Las molduras de los capiteles altos, corriendo
por el muro, constituyen la imposta de
la bóveda central. Esta y las demás que cubren la parte antigua del edificio,
tanto en la capilla mayor como en la girola y naves, tienen, en las claves de
sus nervios, vistosos colgantes de madera
estofados de oro y azul.-Tambien están dorados algunos ornatos y
molduras de las columnas y de los nervios.
La capilla mayor se
encierra entre los tres arcos de la girola y los dos de la nave central
contiguos á ellos.--En los nervios de sus bóvedas se divisan estrías heliacas ó
espirales.
Sepárala del cuerpo de la iglesia una verja de
hierro, laboreada según el gusto plateresco, y que se dice haber sido
trabajada en Roma. Consta de dos cuerpos casi iguales en su altura. ·El primero
ó inferior se reduce a cuatro pilastras por cada lado, con sus correspondientes
pedestales, y un cornisamento, interrumpido con resalto y cortado en el centro
por las hojas de las puertas enverjadas. El segundo consiste en otro
entablamento, también sobre pilastras, pero sin pedestales. Represéntanse en su
intercolumnio de en medio, dos jóvenes, sentados en la parte baja, y teniendo
cada uno en sus manos, una contra posta terminada en cabeza de animal. Vuelan,
por cima de ellos, dos ángeles tenantes de un escudo que trae de azur con cinco
estrellas de oro en sotuer, cortado también de azur con tres bandas de oro, que
son las armas de don Pedro de Medina. Corre sobre el blasón una imposta; y más
arriba, una corona de laurel circunscribe un bajo-relieve que representa la
Religión, figurando un medio cuerpo de mujer que empuña con la mano derecha el
cáliz, y con la izquierda la cruz. A cada lado de la corona llenan cuatro
balaustres el espacio restante entre la imposta y el cornisamento. Los
pedestales y los fustes de ambos cuerpos son vaciados y están llenos de
adornos. Remata la verja con un crucifijo en el centro; a sus lados dos medios cuerpos de hombre y de
mujer, terminados inferiormente en postas de follaje; unos candelabros á plomo
de las pilastras; otros sobre el centro de los intercolumnios; y, mirando á
estos y teniéndolos en medio, parejas de aves grotescas afrontadas, excepto
en
los intercolumnios de ambos extremos , que son n1as estrechos que los otros.
El retablo del
altar mayor es del gusto llamado churrigueresco.
En la girola, tras
este altar, se alza un arco sepulcral de piedra, decorado con dos pilastras
vaciadas y entablamento, y exornado de querubines y conchas, y, en las enjutas
del arco, de medallas redondas, todo según el estilo del Renacimiento.
La nave central tiene
sus ventanas sobre la imposta de las bóvedas. Los vanos de aquellas,
convertidos hasta más de la mitad de su altura en tribunas, dan paso á la luz
solar únicamente por su parte alta, impidiéndolo en lo restante los faldones de
los tejados inferiores, que suben hasta aquel punto.
Las naves colaterales y la girola se
hallan interrumpidas, casi á la mitad de su anchura, por los estribos que suben
á cortar por junto al ápice de la bóveda los nervios principales, ó sea los que
dividen los compartimentos de esta.
En lo adicionado á los pies de la
iglesia, que es más bajo que lo primitivo, asienta el coro en
la prolongación de la nave mayor, dejando un compartimento
para
el trascoro. El coro es bajo, y sencillas su sillería y verja.
En las capillas que
resultan entre los estribos, se elevan varios altares, todos de escasa
importancia artísticamente considerados: cuatro de la época del Renacimiento, y
más modernos los restantes.
En una capilla del lado del Evangelio es digno de
observarse, en uno de los estribos que le sirven de paredes laterales, un
sepulcro, con la inscripción siguiente:
PETRUS:
THESAURARIUS: CARTAGINENSIS
PETRO ET LEONORE PIIS
PARENTIBUS
AC SANCTIO FRATI AMANTISIMO
POSSUIT
En otra del costado de la Epístola, se levanta la
pila bautismal, ejecutada según el gusto plateresco y cuya copia geométrica va
a la cabeza de la presente monografía.
Infructuosas, aunque prolijas, han sido nuestras
investigaciones acerca de la primitiva fundación de la Iglesia de Santiago en
Villena: la más antigua noticia que de la existencia de aquel templo
encontramos, se remonta solamente á los años de 1434.
Eran a la sazón exiguas sus dimensiones, y
continuaron siéndolo hasta que la reedificó con mayor tamaño, y toda de piedra
sillar, don Sancho García de Medina, Protonotario de la Santa Sede Apostólica,
y Maestreescuela de la Catedral de Cartagena. Esta reedificación hubo de verificarse
á fines del siglo XV, como lo demuestran el entado en punta de los blasones de
los Reyes Católicos, que revela haberse ya para entonces conquistado el reino
de Granada (1492); las
basas y capiteles de las portadas y nave mayor, y las columnas de dicha nave,
muy semejantes en lo aisladas y retorcidas ó heliacas y en compenetrarse sus
estrías con los nervios de la bóveda, á las de la Casa-lonja de Valencia,
comenzada á construir por Pedro Compte en 7 de Noviembre de 1482 y no
concluida, según Cean-Bermúdez, hasta
después del año de 1497.
Don Sancho mismo, en el preámbulo de los Estatutos
que dio a la Iglesia Arcedianal, nos ofrece curiosas noticias sobre el
engrandecimiento que la había proporcionado bajo distintos respectos. He aquí,
por tanto, sus palabras, traducidas del latín al castellano.
«Sancho
de Medina, Protonotario de la Sede Apostólica, Maestre-escuela cartaginense y
Arcediano de Villena, á los muy amados y caros hermanos Beneficiados perpetuos de la Iglesia de
Santiago de Villena, salud.= Habiendo meditado largo tiempo, hermanos
carísimos, aquel precepto del Señor en el cual nos exhorta Cristo, Operamini
non cibum qui perit, sed qui permanet in vitam aeternam, y pensando de qué
modo aquel cibus se pudiese preparar, llamó mi atención lo que dice San
Juan, Surge et metire ternplum Dei et altare, et adorantes in eo: con
cuyas palabras tanto me inflamé , que agrandé
desde los cimientos la Iglesia de Santiago de Villena, que antes era
pequeña y estrecha; ciertamente no movido por vanagloria, sino para que se
aumentase el culto di vino, para manifestar la piedad que tenía por mi patria,
y para excitar a otros fieles de Cristo á la ampliación de la obra. Y dije, «la
empresa en verdad es grande, porque no se prepara habitación para un hombre, sino
para Dios. Trabajé finalmente, después para que el Papa Alejandro VI, de feliz
recordación, erigiese el arciprestazgo de Villena en beneficio perpetuo. (El
Pontífice otorgó esta gracia, en Diciembre de 1492).
«Al
cual arciprestazgo (continúa don Sancho) hicimos luego unir y agregar la ermita
denominada Santa María de las Virtudes, según consta por las Letras
acerca de esta anexión. (Las fechas de
los documentos citados son, 26 de Enero de 1507 y 21 de Febrero de 1508).
“Algún
tiempo después, procuramos que dicho arciprestazgo se cambiase en dignidad arcedianal y que a dos beneficios, fundados en la misma iglesia,
se añadiesen otros diez perpetuos, para otros tantos clérigos beneficiados
perpetuos, con la anexión de ciertos beneficios, y prestaciones y capellanías,
por el Papa Julio II, de feliz recordación ..... “ (Las Letras
Apostólicas, concediéndolo, fueron expedidas en Roma en Julio de 1511).
«En
virtud pues de dichas Letras Apostólicas, aceptado por mí el arcedianazgo, y
tomada posesión de su dignidad, estoy recibido y tenido como arcediano, por
todos, tanto clérigos como feligreses de la villa de Villena de todo el
arcedianato.» (El testimonio de la toma de posesión es de 25 de Julio de 15
73).
“Y
siguiendo la forma de dichas letras Apostólicas fue consignada porción congrua,
de la vicaría de San Martín de La Gineta, treinta ducados de oro, y una casa
situada en la villa de Albacete, denominada de San Martin de La Gineta, y
un predio ó campo que antes fue viña, primicias y obligaciones cotidianas, aniversarios
y otros emolumentos, procedentes de los oficios divinos en dicha iglesia de La
Gineta; con cuya porción el Vicario podrá cómodamente sustentarse y pagar
las cargas episcopales, esto es, la visitación y el subsidio a prorata.”
“Agregamos,
además, a los mencionados diez beneficios, una capellanía bajo la invocación de
San Juan, otra de Santa María Magdalena, otra de Santa María del Castillo, y
otra bajo la de San Juan, las cuales poseían Pedro González, Fernando Jofre y
Luis Mergelina, en la mencionada Iglesia de Santiago de Villena y en Santa
María del Castillo, según consta por públicos documentos. “
“En
virtud también de las Letras Apostólicas hicimos la colación y provisión de los
diez beneficios a los venerables clérigos, bachiller Pedro de Medina, Fernando
Jofre, Diego Bellote, Juan Rodríguez, Pedro González, Andrés Alenda, Luis
Mergelina, Santiago Pérez, Pedro Martínez de Olivencia y García de Ochoa, como
lo manifiestan instrumentos públicos hechos por el notario apostólico Juan
Martínez de Martínez de Mergelina.”
“Todo
lo cual habiéndoseme ya concedido; habiendo sido yo creado primer arcediano de
la referida iglesia; habiéndome dado facultad para dividir los frutos, réditos
y productos del beneficio de La Gineta; reservada para un vicario una porción
congrua con que pudiese sustentarse y levantar las cargas incumbentes, con los
demás beneficios y prestaciones de San Juan y San Mateo de Lorca, y las
capellanías de Santa María del Castillo, y San Juan y Santa María Magdalena y
San Juan ya obtenidas, y otras que se habían de obtener para las porciones
iguales, ó como me pareciese, de los referidos beneficios; y habiéndoseme
finalmente concedido facultad para dictar los estatutos e igualmente los usos,
que juzgase convenir al culto divino y a la iglesia de Santiago, según más ampliamente consta en las susodichas Letras
apostólicas; usando de la expresada facultad apostólica y ministerio,
comenzaremos así, diciendo con el Psalmista, Sacerdotes tui iudicantur
justitiam et sancti tui exultent. ».- Concluye aquí su narración don
Sancho, y pone en seguida los Estatutos, cuya fecha nos indica ser el día 4 de
Julio de 1519, un escrito titulado Erección del Cabildo de Santiago de
Villena, etc., que se guarda en el archivo de este templo, y en el cual se
leen otras curiosas noticias relativas á la misma iglesia.
Don Sancho García de Medina fue sepultado en la
capilla principal de la iglesia que había erigido.
Su sucesor don Pedro de Medina, tesorero de la
Catedral de Cartagena y doctor en Ambos
Derechos (Leyes y Cánones), hizo labrar la lujosa verja de la capilla mayor por
los años de 1553 según en ella misma lo revelan sus armas, y una inscripción
colocada en el friso del primer cuerpo sobre la pilastra primera inmediata á la
columna del lado de la Epístola, en la cual se lee Añ. D. MDLIII. Edificó de
piedra la sacristía; regaló á la iglesia, plata labrada, vestiduras,
tapicerías, libros y otras cosas; dotó y aumentó la renta de los diez
beneficios; y, por último, fue enterrado en la capilla mayor del mismo templo
después de haber construido un sepulcro para sus padres Pedro y Leonor y para
su muy querido hermano Sancho, como dice el epitafio latino que han visto
nuestros lectores hacia el final del número precedente.
Sucedióle don Juan Rodríguez Navarro, canónigo de la
Santa iglesia de Cartagena y vecino de Villena. Alargó este la iglesia por la
parte de la imafronte, cerró con rejas de hierro los arcos de la capilla mayor
que dan á la girola; enlosó con mármoles el presbiterio y sus gradas; y yace,
finalmente, junto a su predecesor.
Corriendo aun el siglo XVI, don Juan Martínez de
Mergelina, también canónigo de Cartagena, añadió á las anteriores obras una
nueva capilla en que puso su escudo de armas, y cuyo patronato dejó á sus
herederos.
A mediados del siglo
XVIII se cometió el censurable absurdo de enjalbegar el interior de tan
interesante edificio; creyendo, sin duda, embellecerle con dar apariencia de
construcción de yeso á los grandes y bien cortados sillares de sus muros y
columnatas. Esto se deduce claramente de una inscripción que, pintada de
encarnado sobre el blanco revoco, corre por la archivolta del arco que da
entrada al coro, y dice del modo siguiente:
SE
RENOVO I ERMOSEO ESTA IGLESIA
COMO SE RECONOCE TODO A
EXPENSAS
DE SU FABRICA ESTE AÑO DE
1760
La Iglesia de Santiago de Villena reúne
circunstancias tan poco comunes, que no faltaría quien pudiera acaso sospechar
haberse querido hacer de ella un monumento que por lo extraordinario de sus
formas correspondiese a lo inusitado de
su categoría arcedianal. Su perímetro cuadrilongo; los muros lisos y sin
contrafuertes en las fachadas; los estribos en el interior, contra el constante
uso de colocarlos en la parte externa; las columnas aisladas en vez de estar
agrupadas á la manera de fasces; y finalmente la parsimonia en el ornato,
llevada hasta el extremo de la pobreza en los capiteles, y de la desnudez en
las paredes y molduras; aparecen, en efecto, á primera vista, en notable
contradicción con las frecuentes prácticas del estilo ojival florido, que aun
prevalecía entonces en España.
No es, sin embargo, aquel templo el único en que se
ven semejantes modificaciones artísticas, que con otras no menores preludiaban
á la sazón el próximo predominio del arte del Renacimiento. En las máximas de
este último se encuentra la natural explicación de lo que en la Iglesia
arcedianal pudiera, con un somero examen, creerse excepcional y debido a
deliberado propósito de singularizar.
De todas maneras, el edificio, aunque no de los
suntuosos, es muy curioso e interesante bajo diferentes respectos, y en
particular como rara muestra de algunos de los innumerables caprichos que
acompañaron a la agonía de la arquitectura impropiamente llamada gótica ó godo
germánica.
MANUEL DE ASSAS
Transcripción realizada por Joaquín Sánchez Huesca
y fotografías de veliusycia.
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