Trabajo de los pensionados en Roma
Aunque la exposición de las obras remitidas por los
pensionados que, para el estudio de las Bellas Artes y de la música, sostiene
en Roma en Ministerio de Estado, ha sido juzgada ya por los aficionados e
inteligentes, cumple a los fines que La Academia se propone, recordar el juicio
que cada una de ellas en particular mereció del respectivo Jurado, y a la
impresión que el conjunto causó en el ánimo del público.
Comienza con pintura, pero donde nos vamos a
centrar es en el apartado de MÚSICA:
En
1875, los señores Zubiarre y Chapí consiguieron respectivamente “calificación
honrosa”, “cumplió a satisfacción”. En 1876, no comparece el primero, que
parece a renunciado a la gracia; más el segundo presenta La muerte de Garcilaso, ópera en dos cuadros, un motete a cuatro
voces, y una sinfonía overtura de Escenas
de capa y espada, que los maestros aprecian, afirmando que entrañan “mérito
realmente extraordinario”. Grande e íntima satisfacción nos produce, como
españoles, este resultado, que demuestra la posibilidad de crear la ópera
nacional, si con celo e inteligencia se fomentan las aptitudes de nuestros
jóvenes compositores, premiando sus méritos, y facilitándoles los medios
necesarios para que su genio se desenvuelva, alcanzando la altura del arte.
La Academia, revista
de la cultura hispano-portuguesa, latino-americana. Tomo I, p. 7-8; 7-1-1877
Desde Roma, Roger de Flor y una
sinfonía
“Ha
llegado a Madrid el distinguido maestro compositor don Ruperto Chapí,
pensionado en Roma, con la obligación de remitir anualmente un acto de ópera y
una sinfonía, el cual ha enviado este año su ópera Roger de Flor, y una sinfonía a semejanza de las clásicas alemanas.
El señor Chapí es discípulo sobresaliente del maestro Arrieta, cuyas glorias
sigue con entusiasmo y fe.
El
señor Chapí es además el designado, según parece, para componer el himno que se
cantará en la retreta que darán las músicas de la guarnición en la plaza de la
Armería, con motivo del enlace de S.M. el rey.”
Gaceta Musical de Madrid, 19-12-1877
Características de los
pensionados músicos en Roma
La Academia Española de Bellas Ares en Roma tenía por
objeto el fomento de los estudios y conocimientos artísticos, mediante la
protección dispensada a sus cultivadores, pensionados por el Estado.
La Academia se
sostenía a expensas del sobrante de los fondos pertenecientes a lugares Píos de
Santiago y Montserrat.
La Academia se
componía de un director, de ocho pensionados de número y cuatro de mérito. Los
pensionados corresponden a las cuatro secciones de que consta la Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando: Pintura, Escultura, Arquitectura y Música.
Gaceta Musical de Madrid, 19-12-1877
Notas sobre Roger de Flor y Arrieta
Se está ensayando Roger de Flor. Obra destinada a las próximas funciones reales. Para
representar la citada obra se pintan decoraciones y se hacen trajes costosos,
contribuyendo el gobierno con su subsidio a los gastos.
Sobre Arrieta se dice: es activo, madrugador,
gastrónomo y soltero, decía un amigo suyo; cuatro condiciones de felicidad.
Fue nombrado profesor del Conservatorio en el año
57 y director el 69, ha dado discípulos que se llaman Aceves, Fernández, Chapí, Bretón. Discípulos a quienes ama como a
hijos, y a quienes alienta sin cesar en su carrera. Chapí será su obra
maestra, y el público nos dará pronto la razón, oyendo completa la ópera del
aventajadísimo artista.
La Academia, tomo
II, p, 379 y tomo III, p. 55; ambos el 30-12-1877
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