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Crónica de la Semana Santa villenense de 1944 - Capítulo II

            A través de la prensa provincial, hemos tenido ocasión de conocer la crónica que realizó sobre las celebraciones de la Semana Santa villenense en el año 1944. Transcribimos literalmente el contenido de la misma:

En todos los villenenses ha producido el creciente esplendor de sus cofradías, junto con las populares demostraciones de fe, que todas las procesiones han constituido, han dejado de esta Semana Santa un magnífico recuerdo, que sus organizadores toman como premio a su trabajo y estímulo para proseguir en el camino de procurar el máximo esplendor para estas solemnidades litúrgicas en Villena.
La “Procesión del Silencio” salida por primera vez este año de la parroquia de Santa María, con la imagen del Santísimo Cristo de las Penas,  cofradía de vestas y capirote blanco, y capa de seda morada, recorrió las calles la noche del Jueves Santo.
Por la tarde del Viernes Santo se celebró, organizada por la misma cofradía, el solemnísimo Vía Crucis de penitencia, ofrecido por las intenciones del Sumo Pontífice, por la paz del mundo. Desde los balcones predicó las estaciones el reverendo señor cura arcipreste de la Purísima, de Yecla.
Una inmensa multitud de hombres y mujeres precedía y seguía la imagen del Santísimo Cristo de las Penas, cantando el santo Rosario.
Impresionante por su suntuosidad y devoción fue la “Procesión del Santo Entierro”, en la noche del Viernes Santo, organizada por el Capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro. Tomaron parte los “pasos” del Santísimo Cristo de las Penas; María Santísima de los Dolores; Santo Cristo Yacente y María Santísima de la Soledad, cuyos cofrades vestían vesta y capirote blanco y capa negra.
En medio de un devotísimo impresionante silencio, y del pueblo todo congregado a lo largo del extenso recorrido de esta solemnísima procesión, fue desfilando el patético y religioso cortejo con su gran boato y esplendor, mientras de la inmensa multitud brotaban ininterrumpidamente “saetas” que ungían la noche con el aroma de la devoción villenense.
Alumbrando a “La Soledad” gran número de mujeres con la clásica peineta y mantilla española.
Todo ha constituido una Semana Santa esplendorosa.                              



Bien merece también un elogio la brillantez y destacada presencia de la Centuria de cadetes “Reyes Católicos” de las Falanges juveniles de Franco, en estas solemnidades religiosas en nuestra ciudad.
El Jueves Santo y en la parroquia de Santiago, tuvieron a su cargo desde las diez de la mañana hasta la una de la madrugada, la guardia al Santo Sepulcro y vela al Santísimo Sacramento, que montaron sin interrupción, escuadras portadoras de sus respectivos banderines.
De su fervorosa disciplina y de la ejemplaridad de su actitud en todo momento, sólo cabe decir que han merecido de las autoridades eclesiásticas calurosas y expresivas felicitaciones. En cuanto a su participación  en la procesión del Santo Entierro fue, en verdad, impresionante y digna de la grandeza del acto. Todos sus componentes eran portadores de antorchas que, al flamear en la oscuridad de la noche, ponían una nota de patetismo en el conjunto de detalles magníficos que han esmaltado las procesiones de la Semana Santa villenense”[1].




[1] Crónica publicada en el diario Información. Alicante, 12-04-1944

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